A Germán 3 meses para devolverle la moto por hacerle "fuck you" al Gobernador. A Blanca Denis, minutos para restituirle su Narco Camioneta
La intencional demora para restituirle la moto y la garrafa secuestrada a Germán Malkiewiez por hacerle fuck you al Gobernador, pone en evidencia la parcialidad y los intereses detrás de la justicia en Formosa, más si la comparamos con la escándalosa impunidad del Narcocaso de la ex concejal Blanca Denis, cuya camioneta secuestrada transportando cocaina y marihuana, fue devuelta inmediatamente en un claro reflejo de cómo la ley se aplica de manera desigual en beneficio de los favorecedores del poder político.

El Caso de Germán Malkiewiez: Una Detención Violenta y Arbitraria
El 3 de Junio del 2024, Germán Malkiewiez, un joven de Formosa, fue detenido violentamente por la policía local. ¿Su crimen? Hacerle un gesto obsceno, conocido como "vete a la mierda", al gobernador Gildo Insfrán. Malkiewiez, que en ese momento solo transportaba una garrafa, fue acusado de amenaza y de atentar contra la autoridad con un arma. La desproporción de la respuesta policial y judicial es alarmante. La motocicleta y la garrafa de Malkiewiez fue secuestrada y tardaron tres meses en devolvérsela, un claro abuso de poder y un intento de intimidación contra aquellos que se atreven a desafiar al régimen de Insfrán.
Pese a los esfuerzos y reiterados pedidos de los abogados Agostina Villaggi, Julieta González y Juanchi Montoya, la Justicia se tomó todo el tiempo para escarmentar al joven que molestó a Gildo Insfran
El caso de Germán contrasta fuertemente con el narco escándalo protagonizado por Blanca Denis, una ex concejal y actual diputada provincial ultraGildista. Su camioneta fue secuestrada mientras era conducida por su sobrino, Nahuel Denis, quien transportaba más de dos kilos de cocaína y un ladrillo de marihuana.
La justicia en Formosa actúa con una clara doble vara, protegiendo a los allegados al poder y castigando desproporcionadamente a quienes se atreven a cuestionarlo
A pesar de la gravedad del delito, la camioneta fue devuelta inmediatamente a Blanca Denis. Ni ella ni su marido, Edgar Pérez, un funcionario influyente del gobierno de Insfrán, fueron allanados, demorados o incluso llamados a declarar. La celeridad y la impunidad con la que se manejó este caso contrastan notablemente con la persecución y el maltrato infligidos a Malkiewiez.
el sistema judicial de Formosa se ha convertido en un instrumento de control y opresión, favoreciendo a una élite política corrupta y despojando a los ciudadanos comunes de sus derechos más básicos
Estos casos y la impunidad con la que gozan los funcionarios de Gildo Insfran, demuestran que la justicia en Formosa actúa con una clara doble vara, protegiendo a los allegados al poder y castigando desproporcionadamente a quienes se atreven a cuestionarlo. La detención de Germán Malkiewiez no solo fue un acto de represión, sino también un mensaje a todos los ciudadanos: cualquiera que desafíe al gobierno de Insfrán será castigado con todo el peso de una ley manipulada a conven.
Mientras tanto, la rápida restitución de la camioneta a Blanca Denis, a pesar de la evidente implicación en un grave delito de narcotráfico, ilustra cómo el poder y los contactos pueden garantizar inmunidad y protección. Este es un claro ejemplo de cómo el sistema judicial de Formosa se ha convertido en un instrumento de control y opresión, favoreciendo a una élite política corrupta y despojando a los ciudadanos comunes de sus derechos más básicos.
La situación en Formosa es una llamada de atención urgente intervención del Poder judicial que garantice independencia y equidad. La justicia debe servir a todos los ciudadanos por igual, sin importar su posición política o conexiones. Los casos de Germán Malkiewiez y Blanca Denis son una vergonzosa muestra de cómo la corrupción y la parcialidad pueden minar la justicia y divición republicana de los poderes.
Es hora de exigir una justicia que sea verdaderamente ciega y que actúe de manera imparcial, defendiendo los derechos de todos los ciudadanos sin temor ni favor. La ciudadanía de Formosa merece una justicia que sea justa en todos los sentidos, y estos casos son un llamado urgente a la reflexión y a la acción para corregir un sistema profundamente corrompido.