SE DERRUMBA A NIVELES HISTORICOS LA INACTIVIDAD MADERERA EN PALO SANTO
Una nota presentada la semana pasada al gobernador Gildo Insfran por cientos de madereros y carboneros revela el dramático cuadro que vienen atravesando cientos de palosanteños, mientras la administración provincial parece no querer resolver porque prioriza la formalidad laboral, y su extrema necesidad de recaudar.

Mientras se espera una respuesta del Gobierno provincial, el nivel de desempleo es dramático en el pueblo y sus colonias por falta de madera. En los próximos días el pueblo podría ser noticia nacional, por la deserción colectiva al pago del servicio de energía eléctrica .
"Esto no es nuevo, ya pasó varias veces, tiempo atrás: acá existe una cultura, la del trabajo informal, en negro; pese a las reiteradas advertencias de la Dirección de Bosques", reveló un concejal de Palo Santo, intentando explicar el fondo del cuadro.
"Es una situación compleja, muchísimas familias viven de la producción de carbón; tienen hornos pequeños, lo que produce es poco, y sólo les permite la subsistencia; conozco varios casos, y la están pasando muy mal", describió un vecino del pueblo, casi entre lágrimas, al ser consultado por este periodista.
"Nos dirigimos a usted a efectos de solicitarle considere la posibilidad de autorizar la extensión de permisos provisorios perentorios para la extracción de madera de los campos autorizados, y poner fin así a la dramática paralización de actividades que afecta a cientos de empresas y miles de trabajadores de Palo Santo, vinculados con esa materia prima", escribieron los trabajadores de Palo Santo, vinculados con la madera.
"Hace seis semanas, las empresas madereras de Palo Santo y sus colonias se encuentran paralizadas porque no se puede extraer la materia prima de los montes por decisión de la Dirección de Bosques, perjudicando salvajemente a carpinteros, carboneros, fleteros, y obrajeros que vienen padeciendo esta desesperante situación, cuyo trasfondo no alcanzamos a entender", agregaron, en una nota que leyó el propio Insfran.
Alrededor de 80 industrias están paralizadas en este momento, entre estructuras chicas, medianas y grandes, incluyendo a torneros, lustradores y talladores, porque no se puede extraer la materia prima del monte porque los permisos demoran entre 60 y 90 días. Se trata de un período suficiente para que la economía de la localidad se desmorone, como ha ocurrido; la gente no puede esperar tanto tiempo, debe asumir sus compromisos con su personal, las facturas de la luz, y todo lo que encierran los costos fijos dentro de una actividad privada.
Muchos propietarios de carpinterías y carbonerías ya asumieron la imposibilidad de pagar las boletas de la luz, por no contar con los fondos necesarios y también debido al abultado aumento del servicio. En muchos casos, las facturas muestran cifras que superan al millón de pesos.
"Entre las secuelas nocivas, también tenemos el caso de los clientes que vienen de otras provincias a comprar nuestra producción ya han optado por ir a otras provincias, con la pérdida de clientes valiosos, cuya restitución nadie puede asegurar. Necesitamos recomenzar a trabajar lo más rápido posible, sino no llegamos", asumieron en la nota.
"Le pediríamos al señor gobernador que contemple extender el protocolo que estaba en vigencia, y que se vuelva a trabajar como se venía haciendo, por un plazo de 90 días; mientras tanto iremos solicitando los permisos correspondientes para acomodarnos a los cambios, hasta que los tiempos se acomoden administrativamente, evitando estos largos períodos sin autorizaciones, cuyas secuelas son las que hoy padecemos", insistieron.
"Estamos a punto de quebrar, mientras hay gente que cierra sus carpinterías y venden sus bienes de capital, como tractores, equipos y máquinas de trabajo directos, buscando neutralizar las deudas. Dentro de este escenario, aumentan todos los días los casos de trabajadores que recurren a los reclamos legales, en busca de recuperar sus justas acreencias. Hay muchos carboneros que no consiguen guía porque no están inscritos; sus actividades son muy pequeñas, algunos sólo producen 1500 kilos y optan por agruparse para poder despachar un equipo, pero al no tener las documentaciones para despachar, chocan con un inconveniente por ahora irreparable. El municipio venía solventando esos problemas, autorizando la salida de 1500 kilos a algunos productores, pero ahora este beneficio también fue anulado", ampliaron, en sus explicaciones.