Una Noche de Caos, violencia e impunidad
El sábado pasado, el Casino Howard Johnson fue escenario de una noche de caos y violencia, evidenciando una preocupante falta de seguridad. Durante más de veinte minutos, un violento conflicto sentimental entre dos mujeres desencadenó graves disturbios en el bar del establecimiento. Voladura de objetos, enfrentamientos a golpes de puño y un desorden generalizado pusieron en riesgo la integridad de los presentes, quienes buscaban una noche de diversión y esparcimiento.

Este lamentable episodio no solo sacudió la tranquilidad del lugar, sino que también dejó al descubierto la ineficacia de las medidas de seguridad del casino. La situación se agravó por la inacción de la policía sexta, ubicada justo enfrente del Casino, quese demoró a intervenir de manera oportuna debido a la falta de pagos adicionales para reforzar la seguridad privada del lugar .
Es alarmante que un Hotel Casino tan concurrido, que no solo ofrece juegos y apuestas, sino también eventos sociales importantes, cenas y bailes, no cuente con seguridad profesional adecuada. La demora de más de veinte minutos para que un único y diminuto agente cruzara la avenida es una muestra evidente de la falta de coordinación y la escasa presencia policial, lo cual resulta inaceptable en un lugar que debería garantizar la seguridad de sus visitantes.
Las presiones políticas y los intereses mezquinos no pueden seguir poniendo en riesgo la seguridad de los ciudadanos
Las acusaciones apuntan a los intereses partidarios y a la mala gestión del Instituto de Asistencia Social (IAS), cuya presión llevó al Gerente del Casino Howard Johnson a reemplazar a la empresa de seguridad privada con jóvenes militantes de la agrupación 17 de Octubre, sin experiencia ni capacitación para manejar situaciones de violencia. Estos "guardias" improvisados demostraron ser incapaces de controlar el disturbio y garantizar la seguridad del lugar.
La actuación tardía de la policía, que demoró más de dos horas en intervenir adecuadamente para evitar que los enfrentamientos continuaran en las afueras del Casino, agrava aún más la situación. Mientras tanto, la agresora permanecía impunemente esperando a su víctima, exponiendo a todos los presentes a un peligro inminente.
Este incidente expone la necesidad urgente de revisar y reforzar las medidas de seguridad en el Casino Howard Johnson. Las presiones políticas y los intereses mezquinos no pueden seguir poniendo en riesgo la seguridad de los ciudadanos. Es imperativo que se tomen acciones inmediatas para garantizar que episodios como este no se repitan, devolviendo la tranquilidad y la confianza a un lugar que debería ser sinónimo de diversión y seguridad.