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Julieta González cuestinó la militancia de Milei por Ariel Lijo, a quién consideró "Un juez a la altura de Gildo Insfrán"

En su editorial , la abogada Julieta Gonzalez decribio los antecentes de Ariel Lijo y consideró que detrás de él se esconde "UN PACTO DE IMPUNIDAD"

La militancia activa de Javier Milei para nombrar a Ariel Lijo en la Corte Suprema de Justicia ha generado un quiebre dentro de su propio partido que empezaba a dar los primeros pasos. Dispuesto a ir contra todos, incluso atentando contra el mismo, Milei no piensa aflojar la pulseada. Lejos de construir esa Argentina distinta, lo que avanza es un pacto de impunidad en la Argentina.

El "tiempista", el "ineficaz", el "facilitador", hasta "el favorito los Kirchner" con cualquiera que se lo conozca, en el entorno judicial, solo llega a describir un porcentaje de los negocios que acercaron al poder a un hombre como Ariel Lijo.

Lijo integró la primera camada de jueces nombrados por Néstor Kirchner en los tribunales de Comodoro Py junto a Daniel Rafecas, Julián Ercolini y Guillermo Montenegro. Con el tiempo, quedó a cargo de la causa por el encubrimiento del atentado a la AMIA. ¿Adivinen como termino?  

 

Lijo integró la primera camada de jueces nombrados por Néstor Kirchner en los tribunales de Comodoro Py

 

Antes de las elecciones presidenciales, Lijo sonó como candidato a procurador si Rodríguez Larreta ganaba la Presidencia. También negoció esa postulación con su amigo íntimo Sergio Massa a quien se mantenía muy cercano. Pero terminó siendo el candidato de Javier Milei.

La Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) destacó en un informe que Lijo está entre los tres jueces federales de Buenos Aires más denunciados: recibió 32 acusaciones en el Consejo de la Magistratura por diversas irregularidades, "desde la demora injustificada hasta incumplimientos de normas procesales, así como situaciones de violencia", indica ACIJ.

 

El mismo informe detalla que el juez tiene o tuvo a su cargo la investigación de 89 causas de corrupción y que 26 de ellas continúan en período de instrucción, la mitad desde hace más de una década.

 

Lijo ya ha mandado a juicio a Carlos Menem por el desvío de la investigación del atentado a la AMIA y ahora tiene en sus manos el destino de CFK. Le gusta el poder. No le teme. Sabe administrarlo. 

Pero ese verano de 2015 Lijo no será quien procese a dos presidentes. Ni siquiera llegará a evaluar la denuncia de Nisman: dirá que no es parte de lo que investiga y la dejará en manos de otro juez. 

Nueve años más tarde Lijo se convertirá en uno de los candidatos de Javier Milei para la Corte Suprema. Y, como la vida es una moneda, su suerte estará en manos de CFK, principal líder del peronismo, que es mayoría en el Senado.

Ariel Lijo, que en 2015 tuvo la suerte de CFK en sus manos, hoy depende de ella, la principal líder de un peronismo que es mayoría en el Senado.

Mauricio Macri también sabe jugar con los tiempos. Esperó casi cuatro meses para anunciar que no le gustaba Lijo para la Corte Suprema. El expresidente no puede quejarse de su experiencia con Lijo. Nunca avanzó contra él en la causa por el acuerdo ruinoso que el Estado argentino firmó con el Correo Argentino, empresa de la familia Macri.

UN JUEZ A LA ALTURA DE INSFRAN

El expediente que llevó a la justicia,  Luis Naidenoff, investigó al gobernador de Formosa se centró en los $7,8 millones –unos dos millones de dólares al cambio entonces vigente- que el gobierno de Gildo Insfrán le pagó a la firma  trucha The Old Fund en mayo de 2010 por su supuesto asesoramiento para el canje de la deuda que la provincia arrastraba con el Estado nacional.

A partir de agosto de 2012, The Old Fund jamás asesoró al gobierno formoseño, es más, cuando se hizo el acuerdo la firma no tenía ni empleados. Pero emitió su factura 003, manuscrita y tras anular las dos primeras. Se trató, en realidad, de un contrato ficticio para que Amado Boudou, por entonces ministro de Economía cobrara una comisión a cambio de darle luz verde a esa reestructuración financiera.

 

Tras dormir la causa en su juzgado durante ocho años, Lijo le regaló la impunidad.

 

A mediados de 2020, es decir tras dormir la causa en su juzgado durante ocho años, Lijo admitió un planteo de la defensa de Insfran, que sostenía que debía ser juzgado en su provincia, y le regaló la impunidad, dejando que la misma justicia militante de Gildo Insfran, juzgue a Gildo Insfran.  Con esta jugada política, el gobernador logró en tiempo récord un sobreseimiento, que no requirió ni investigación ni cuestionamientos.

Es por esta misma causa que la jueza Belen Lopez Mace fue denunciada ante el Concejo de la Magistratura Nacional por la diputada provincial Agostina Villaggi y Juan Montoya.

Pero como todo lobo hambriento de poder, al ser cuenstionado por su actuación en la causa "Ciccone" mintió descaradamente al decir que Bouduou fue condenado, como si hubiera sido él quien lo hizo, cuando en verdad, solo elevó el caso a juicio, y lo hizo porque no tenía más remedio ante los dichos irrefutables de Laura Muñoz y el arrepentido Vandenbroele, el testaferro que develó toda la maniobra. Ni siquiera fue esa causa por la que Boudou fue detenido, sino que fue otras de las tantas que tenía que ver con su enriquecimiento ilícito, cuando en el caso que llevo Lijo, colmada de pruebas, no tuvimos más novedades.

Entonces, ¿Que hay detrás la militancia sesgada de Milei por Ariel Lijo? ¿Una demostración de fuerza hacia afuera o de una moneda de cambio para conseguir del Kircherismo otras concesiones?

 

Ariel Lijo, que en 2015 tuvo la suerte de CFK en sus manos, hoy depende de ella. Y aunque nos cueste la justicia, es una carta que Milei piensa aprovechar.

 

La sociedad que despertó con el rugir del león, ¿ Se volverá corderito de decisiones que nos condenan, o rugirá mas fuerte para no convalidar pactos de impunidad?