Inauguración sin consenso: Insfrán inaugura solo sin acompañamiento del Intendente de Las Lomitas
Este viernes 27, a las 17:45 horas, el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, llegará a la localidad de Las Lomitas para inaugurar en soledad el imponente Parque Acuático "Miguel Ángel ‘Negro’ Medina". Sin embargo, lo que debería ser un evento de unidad y celebración para los lomitenses, se ve empañado por una evidente, intencional o provocada omisión: la ausencia del intendente municipal, Atilio Basualdo, y de todas las autoridades comunales.

¿Hasta cuándo las obras públicas serán herramientas de sometimiento, dominación, propaganda política o para posicionamiento personal en lugar de instrumentos de transformación genuina?
La inauguración, anunciada con bombos y platillos por dirigentes justicialistas como Jorge Martínez Meza, quien destacó la obra como un reflejo de la "justicia social" promovida por el Modelo Formoseño, deja entrever las tensiones políticas que dividen a la comunidad. Según Martínez Meza, el parque acuático simboliza el compromiso del gobierno provincial con la calidad de vida de los lomitenses, en contraposición con la gestión local, a la que acusó de abandono, desidia y presunta corrupción.
El Parque Acuático, que se extiende por 15.400 metros cuadrados, con múltiples instalaciones y servicios, se presenta como un avance para la localidad. Sin embargo, la falta de coordinación entre el gobierno provincial y el municipal evidencia un mezquino uso político de las obras públicas. ¿Es esta obra un verdadero beneficio para los lomitenses o simplemente una herramienta para reforzar el control territorial del gobernador Insfrán?
¿Obras para el pueblo o para la propaganda?

El Parque Acuático, que se extiende por 15.400 metros cuadrados, con múltiples instalaciones y servicios, se presenta como un avance para la localidad. Sin embargo, la falta de coordinación entre el gobierno provincial y el municipal evidencia un uso político de las obras públicas. ¿Es esta obra un verdadero beneficio para los lomitenses o simplemente una herramienta para reforzar el control territorial del gobernador Insfrán?
La exclusión del intendente Basualdo del evento inaugural no es un detalle menor. Más allá de las diferencias políticas, la gobernabilidad exige consensos, especialmente en un momento en que las acusaciones de Martínez Meza contra Basualdo, por el supuesto uso indebido de fondos municipales y el abandono de los trabajadores, agravan las tensiones sociales.
Un pueblo atrapado en la disputa
Mientras el parque acuático se alza como un símbolo de progreso, la persecución política, los recortes a la coparticipación de Las Lomitas y las limitaciones que ello conllevan persisten. Según Martínez Meza, los empleados municipales trabajan bajo condiciones adversas, los servicios básicos muestran deficiencias y no se observan mejoras tangibles en infraestructura municipal.
Esta situación pone en evidencia una estrategia recurrente en Formosa: el gobernador se posiciona como el único proveedor de soluciones, dejando al margen a las gestiones municipales que no se alinean políticamente con su liderazgo. Esto no solo debilita las instituciones locales, sino que también perpetúa la dependencia del gobierno provincial, en detrimento de la autonomía de los municipios.
¿Justicia social o manipulación política?
El discurso de justicia social que promueve Insfrán contrasta con la realidad de un modelo que centraliza el poder y utiliza las necesidades de la población como moneda de cambio político. La inauguración del Parque Acuático debería ser una oportunidad para fortalecer la comunidad, no para profundizar las divisiones.
Es momento de que los lomitenses y los formoseños en general exijan una verdadera rendición de cuentas y un debate abierto sobre el manejo de los recursos públicos. Las obras son necesarias, pero no pueden convertirse en excusas para perpetuar el clientelismo político y el control absoluto de un modelo que ha demostrado ser excluyente con quienes no comulgan con su línea.
La pregunta que queda en el aire es: ¿hasta cuándo las obras públicas serán herramientas de dominación en lugar de instrumentos de transformación genuina?