Mientras Formosa se hunde en denuncias de fraude y corrupción, Gildo Insfrán dedica sus esfuerzos a mediar entre Cristina y Kicillof
Mientras Formosa atraviesa una profunda crisis institucional, marcada por denuncias de fraude electoral, clientelismo y corrupción sistemática, el gobernador Gildo Insfrán parece tener otras prioridades. Como presidente del Congreso Nacional del Partido Justicialista, Insfrán convocó para este viernes un encuentro partidario en el microestadio de Ferro en la Ciudad de Buenos Aires, con la intención de intervenir en la interna nacional del peronismo que enfrenta a Cristina Kirchner con Axel Kicillof.
La cita partidaria, que promete ser escenario de tensiones y ausencias notorias —incluyendo la de la propia expresidenta—, llega apenas días después de las escandalosas elecciones en Clorinda, donde hasta el candidato justicialista Javier Paredes denunció públicamente el uso sistemático de recursos públicos, la movilización de votantes con cambios de domicilios adulterados, miles de paraguayos con DNI truchos y la compra de votos mediante bolsones de mercadería y beneficios sociales.
Gobernador a medias, operador a tiempo completo: Gildo Insfrán gasta recursos de Formosa para resolver la interna entre Cristina y Kicillof
Sin embargo, en lugar de responder a las múltiples acusaciones que ponen en jaque la legitimidad democrática en su provincia, Insfrán redobla la apuesta política en el plano nacional, destinando tiempo, estructura y recursos del estado formoseño a resolver las disputas intestinas del PJ.
Una convocatoria teñida de internas y pactos silenciosos
La convocatoria formal al Congreso del PJ nacional incluye un temario que se presenta como meramente administrativo: revisión de estados contables, intervención de distritos provinciales y la normalización de seccionales. Pero según fuentes partidarias, el verdadero objetivo es ordenar las piezas del tablero interno tras las diferencias cada vez más profundas entre Cristina Kirchner y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quien se perfila como figura autónoma dentro del peronismo de cara a 2027.
Fue el propio Insfrán quien pactó con Cristina Kirchner la fecha y los temas a tratar, aunque se especula con su ausencia y la de los principales referentes nacionales. Tampoco está confirmado que asistan otros gobernadores peronistas como Kicillof, Ziliotto, Quintela, Jalil o Jaldo. Las grietas internas están lejos de cerrarse, y el Congreso de Ferro podría convertirse en un nuevo episodio de tensiones en un partido sin brújula.
Formosa, relegada a un segundo plano
Mientras tanto, Formosa sigue acumulando señales de deterioro democrático: elecciones sospechadas, irregularidades sistemáticas, silencio judicial y represión institucional. La maquinaria de poder que sostiene a Insfrán en el gobierno desde hace casi tres décadas vuelve a quedar expuesta, al priorizar el rol de operador nacional por sobre sus responsabilidades como gobernador.
La provincia, una de las más pobres del país, parece estar cada vez más a la deriva. Lejos de rendir cuentas, Gildo Insfrán continúa profundizando su estrategia de supervivencia política: blindarse internamente y tejer alianzas partidarias con la estructura del PJ, aunque eso implique abandonar una vez más las verdaderas urgencias de los formoseños.