¿Un cuento cordobés en Formosa? Denuncian maniobras irregulares detrás de un supuesto "barrio privado"
Promesas incumplidas, proyectos difusos y viejas prácticas con nuevo disfraz: una empresa cordobesa promovió un "barrio privado" en Formosa sobre tierras en litigio judicial, dejando incertidumbre y posibles damnificados. Las autoridades deben actuar para frenar abusos y proteger la buena fe de los vecinos.

Formosa es una provincia que se forjó con el esfuerzo de miles de personas que la eligieron como hogar, construyendo día a día su identidad desde una matriz pluricultural. Desde su fundación en 1879, la provincia ha sido receptora de sucesivas corrientes migratorias, muchas de ellas provenientes de Europa, cuyos integrantes no solo asentaron raíces, sino que contribuyeron activamente al crecimiento económico, social y cultural del territorio. Estos aportes han sido fundamentales para conformar la tradición y la identidad formoseña, marcada por el trabajo, la diversidad y la integración.
Sin embargo, no todos quienes llegaron a estas tierras lo hicieron con espíritu colaborativo
A lo largo de la historia también hubo actores que arribaron con prejuicios, subestimando las capacidades del pueblo formoseño, y que lejos de sumar, implementaron propuestas falaces o directamente delictivas.
Uno de los ejemplos más recordados remonta a la década del ’70, cuando se desviaron recursos de la Caja de Previsión Social de la Provincia para financiar un supuesto programa de asentamiento industrial que nunca se concretó. En esos mismos años, también se registró el caso de un establecimiento educativo privado ubicado en la calle España al 250, que cerró sus puertas abruptamente durante un fin de semana largo, dejando abandonados a más de un centenar de alumnos y decenas de docentes sin explicación ni resguardo legal alguno.
Hoy, medio siglo después
Hoy, medio siglo después, ciertas prácticas de ese tenor parecieran volver a replicarse bajo otras formas. Tal es el caso de un proyecto inmobiliario presentado bajo la pomposa etiqueta de "barrio privado", cuyas promesas y fundamentos estarían lejos de ser sólidos.
Según trascendidos del sector inmobiliario local, el emprendimiento habría sido impulsado por una corporación con sede original en la provincia de Córdoba, con ramificaciones incluso en el vecino Paraguay. En Formosa, la empresa llegó a contar con una oficina —hoy cerrada— desde la cual se difundieron y comercializaron los presuntos lotes del barrio privado, ubicado en un predio cuya titularidad está actualmente en disputa judicial.
La denuncia habría sido presentada por una entidad social que reclama derechos sobre parte del inmueble, situación que habría provocado el repliegue del emprendimiento y el desconcierto entre quienes ya habían sido captados por las promesas de inversión segura y desarrollo habitacional.
Ante estos hechos, cobra especial importancia la intervención de los organismos públicos competentes. Resulta imprescindible que se tomen medidas de control y prevención para evitar que vecinos y vecinas sean víctimas de estafas o engaños, sobre todo cuando están motivados por el legítimo deseo de construir su hogar.
En una provincia que debería valorar la honestidad y el esfuerzo como cimientos del crecimiento colectivo, no hay espacio para que prácticas inescrupulosas se disfracen de progreso. Que la historia no se repita depende también del compromiso activo de quienes tienen la responsabilidad de proteger a la ciudadanía.