Cacho García, el rey del clientelismo gildista, ahora se queja porque Nación llega a Formosa
El diputado oficialista Cacho García, símbolo del asistencialismo feudal en Formosa, explotó de bronca porque el Ministerio de Capital Humano desembarca con asistencia real en Las Lomitas. Gatoflorismo, cinismo y memoria selectiva al servicio del modelo que somete. Antes criticaba porque no venian, ahora despotrica porque vienen:"si se la meten grita, si se la sacan llora"

En una nueva muestra de cinismo político y gatoflorismo discursivo, el diputado provincial del PJ formoseño, Hugo "Cacho" García, salió a criticar con vehemencia al Gobierno nacional por la llegada del Ministerio de Capital Humano a Las Lomitas, que realizará un operativo territorial para atender directamente las necesidades sociales de comunidades postergadas por el mismo modelo que García defiende con uñas y dientes.
El diputado, conocido por ser uno de los pilares del clientelismo político que sustenta al régimen de Gildo Insfrán, no dudó en atacar a la gestión de Javier Milei por lo que calificó como "una burda copia del operativo Por Nuestra Gente Todo", iniciativa que durante 25 años ha sido utilizada como maquinaria de propaganda del oficialismo local para condicionar la asistencia social al alineamiento político.
La crítica de García no solo expone una profunda contradicción —ya que durante meses denunció la "ausencia del Estado nacional" en Formosa—, sino que además se apoya en información falsa y descontextualizada. "Vienen a hacer un operativo acá y le niegan la comida a la gente en Buenos Aires, dejándola vencer", afirmó el legislador, refiriéndose a un lote de mercadería que, en realidad, pertenecía a la gestión anterior de Alberto Fernández, y que no fue distribuida a tiempo. Fue recién por orden de la Cámara Federal que se habilitó su entrega.

García no solo omite esa verdad incómoda, sino que además reivindica a dirigentes como Juan Grabois —cercano al kirchnerismo— como referente de la verdadera solidaridad, mientras ataca a una gestión nacional que, guste o no, intenta romper el cerco de intermediación política con el que el gildismo ha manipulado históricamente la pobreza en Formosa.
En un párrafo que roza el delirio propagandístico, García sostuvo que "el Gobierno nacional debería venir a aprender de Insfrán cómo se organiza la solidaridad", como si en Formosa no existieran índices alarmantes de pobreza estructural, analfabetismo funcional y comunidades indígenas abandonadas a su suerte.
Incluso, en una maniobra burdamente oportunista, convocó a los pueblos originarios a mivilizarse a Las Lomitas a protestar contra el Gobierno nacional por la quita de fondos a las cajas alimentarias aborígenes. Lo hizo sin siquiera reconocer que la verdadera desidia en esa materia comenzó durante la gestión anterior, de la que el propio PJ formoseño fue cómplice silencioso.
Cacho García cierra su andanada de declaraciones con una frase de cabotaje: "Sabemos que este operativo no le va a llegar ni a los talones al Por Nuestra Gente Todo". Pero lo cierto es que lo que molesta no es la calidad del operativo, sino que venga sin banderas partidarias, sin militantes del PJ sacándose selfies, y sin la humillación obligada del "gracias Gildo".
En definitiva, la crítica de García no es más que el pataleo del patrón molesto porque alguien vino a repartir ayuda sin pedirle permiso. Y eso, en Formosa, ya es un acto revolucionario.