La campaña del absurdo: funcionaria reconoció que leyó un discurso de adulación a Insfrán escrito hace 11 meses por su padre fallecido
En Formosa, la delgada línea entre lo institucional y lo partidario no solo se ha borrado: ha sido reemplazada por una lógica donde el culto a la personalidad y la propaganda estatal se entremezclan con actos supuestamente públicos. Esta vez, el escenario fue la inauguración de una refacción del Plan Nutrir, transmitido en vivo por la cadena oficial de medios y encabezado por el gobernador Gildo Insfrán.

Del acto institucional al acto partidario: el insólito culto a la personalidad en el Plan Nutrir
El acto, que debía estar enfocado en la mejora de un programa asistencial, derivó en un acto de campaña a plena luz del día, con la presencia estelar de la candidata a senadora del PJ, Graciela De La Rosa, quien cerró el evento con un discurso militante y electoral, en plena campaña por las elecciones del 29 de junio.
Sin embargo, el momento más insólito y surrealista fue protagonizado por la coordinadora ejecutiva del Plan Nutrir, Anahí Santander. En un tono militante, la funcionaria leyó un encendido mensaje contra el gobierno nacional, con referencias a tarifazos, inflación, ajuste y estallido social. Pero al final de su intervención, con lágrimas en los ojos, confesó públicamente que el discurso había sido escrito por su padre hace 11 meses, cuando recién asumía Javier Milei, y que su padre había fallecido hace 7 meses.
"Este discurso lo escribió mi papá... . Lo había escritohace once meses, apenas asumía este gobierno...", expresó emocionada, mientras el gobernador Gildo Insfrán aplaudía de pie, visiblemente conmovido.
La escena fue tan desconcertante como reveladora. El mensaje que vaticinaba el colapso del país y proponía al "Modelo Formoseño" como solución para la Argentina, fue leído como si reflejara la actualidad, cuando en realidad era una pieza escrita al inicio de la gestión libertaria. A pesar de su falta de actualidad, el discurso fue recibido con entusiasmo por el gobernador, que no solo lo aplaudió, sino que lo celebró como si fuera una muestra de lucidez política.
El episodio no hace más que profundizar la denuncia constante sobre el uso de recursos públicos y actos institucionales con fines partidarios en Formosa. Pero también deja expuesto algo más profundo: una cultura política que naturaliza el uso de la emoción, la manipulación simbólica y el culto personalista como herramientas de propaganda.
Mientras la provincia continúa arrastrando indicadores de pobreza estructural, falta de oportunidades y escasa transparencia, el oficialismo parece más concentrado en sostener relatos, incluso desfasados del tiempo, que en dar respuestas reales.
Una funcionaria le dedicó a Insfrán un discurso escrito hace casi un año por su padre fallecido, y lo presentó como si fuera actual. El gobernador lo aplaudió conmovido.
Así se escribe hoy la política en Formosa: con la emoción del pasado, pero al servicio de una campaña eterna.