Milagros, mística y militancia: el insólito discurso de la ministra Gloria Giménez en un acto institucional convertido en acto partidario
En plena emergencia hídrica, la ministra de la Comunidad celebró haber invocado "el hacha"y todo lo que hay que hacer para evitar la lluvia, aduló al gobernador Gildo Insfrán y atacó a la oposición con argumentos desopilantes.

Un acto institucional para inaugurar la refacción de una dependencia del plan asistencial NUTRIR terminó convirtiéndose en una bochornosa exhibición de mística, militancia y culto a la personalidad. Presidido por el gobernador Gildo Insfrán y transmitido en vivo por la cadena oficial de medios del Estado provincial, el evento contó con discursos que, lejos de centrarse en la gestión o en la emergencia alimentaria que atraviesa Formosa, derivaron en lo absurdo y lo propagandístico.
"Hicimos de todo, ¡Todo estuvo presente para que no llueva, señor gobernador!"
La encargada de abrir el acto fue Anahí Santander, coordinadora ejecutiva del Plan Nutrir, quien leyó un discurso escrito casi un año atrás por su padre, fallecido hace siete meses. Un texto cargado de contenido político partidario que, aunque emotivo, nada tenía que ver con las necesidades actuales ni con la crítica situación de la población formoseña.
Desubicados:"se caen donde no se tienen que caer"
El cierre del acto estuvo a cargo de la candidata a senadora del PJ Graciela de la Rosa, en plena campaña electoral, confirmando que el evento tenía más de mitin partidario que de institucional.
Pero antes del cierre quien se robó todas las miradas —y las críticas— fue la anfitriona del acto: la ministra de la Comunidad, licenciada Gloria Giménez, cuyo discurso pareció salido de un guión surrealista. En un tono exaltado, afirmó que "hicieron todo lo que los formoseños sabemos que hay que hacer para que no llueva", incluyendo el uso de "el hacha", en lo que pareció ser una referencia a rituales populares utilizados en algunos pueblos del interior.
"se quedan atascados en el barro porque no conocen las obras del modelo formoseño"
"Hicimos de todo, ¡Todo estuvo presente para que no llueva, señor gobernador!", exclamó, ante un público atónito y cámaras oficiales que transmitían en directo.
Tras esa suerte de invocación milagrosa, Giménez dedicó buena parte de su intervención a atacar a la oposición, a la que calificó de "forasteros" y "oportunistas", señalando que algunos "se caen donde no se tienen que caer" o que "se quedan atascados en el barro porque no conocen las obras del modelo formoseño".
"Y otros, como no tienen pueblo, se tienen que lanzar desde Buenos Aires vestidos de gauchos. ¡Qué triste!", lanzó, en una crítica evidente —aunque confusa— a opositores que buscan representar a la provincia desde una estética ruralista.
La ministra también citó al cacique Darío de Perín, según el cual "no hay que preocuparse por los forasteros", ya que Gildo Insfrán "no necesita hacer campaña porque está los 365 días con su gente, y su gente lo aclama". Con esa frase, Giménez cerró un discurso donde la gestión fue reemplazada por el adoctrinamiento, el fanatismo y una teatralidad que bordea el delirio.
¿Milagro o manipulación?
Resulta alarmante que, mientras cientos de familias padecen la falta de agua o inundaciones por lluvia, caminos intransitables y la ausencia del Estado en zonas críticas, el gobierno de Formosa celebre actos donde se invoca lo sobrenatural para justificar la falta de soluciones concretas.
¿Qué quiso decir la ministra con que "se caen donde no se tienen que caer"? ¿Cuál es el mensaje detrás de asociar al barro con desconocimiento de las obras públicas? ¿Por qué sería "triste" que un candidato vinculado al campo use vestimenta tradicional gaucha?
Más allá del tono festivo del acto, lo que queda en evidencia es una desconexión profunda entre el relato oficial y la realidad que vive gran parte del pueblo formoseño. Mientras el gobierno se concentra en defender a capa y espada su modelo, los problemas estructurales siguen intactos.
En Formosa, cada vez queda más claro: cuando falta gestión, sobran discursos insólitos.