Samaniego en modo campaña: discurso de barricada en un acto oficial financiado con fondos públicos
El presidente del bloque de diputados oficialistas y candidato a su propia reelección, Agustín Samaniego, convirtió la inauguración de una dependencia estatal en un acto proselitista. Con transmisión en cadena provincial y respaldo institucional, atacó a la oposición, fantaseó con frases apócrifas de Perón y reivindicó el "Modelo Formoseño" como si fuera un dogma de Estado.

En la mañana de este viernes, el gobernador Gildo Insfrán encabezó la inauguración de una Unidad de Control del Parque Automotor Provincial (UCPAP), un acto institucional que terminó transformado en una arenga electoral sin pudor ni disimulo. El protagonista del día no fue el nuevo espacio estatal, sino el show teatral del discurso del diputado Agustín Samaniego, presidente del bloque oficialista y primer candidato a su propia reelección en la Legislatura provincial.
A pesar del carácter oficial del evento y de haber sido transmitido en vivo por la cadena provincial de medios, Samaniego aprovechó la ocasión para lanzar un encendido discurso de barricada, repleto de frases grandilocuentes, burlas a la oposición y una interpretación libre (por no decir inventada) de la historia argentina.
"Como dijera el general Perón en 1945: ‘formoseños, unámonos para apoyar el modelo formoseño’", pronunció sin rubor el legislador, en una afirmación que, más allá de su escasa veracidad histórica, dejó entrever el uso simbólico del peronismo como instrumento de legitimación del régimen actual.
Lejos de un mensaje institucional, Samaniego cargó contra los referentes opositores —sin nombrarlos directamente— aludiendo a las recorridas a caballo del senador Francisco Paoltroni y la diputada Agostina Villaggi:
"Se suben a un caballo creyendo que nos miran desde arriba, pero su caballo es un pony chiquitito, chiquitito", ironizó, en una frase que generó risas entre los presentes pero expuso el tono personalista y despectivo del mensaje.
El legislador, en plena campaña, hizo uso de la cadena pública de medios para justificar y exaltar lo que llamó "una fisura en la historia" producida por el "Modelo Formoseño", del que se autoproclama vocero. Aseguró que quienes lo critican son los mismos que "antes se burlaban de los sueños formoseños", y que ahora "quieren torcer nuestro futuro de grandeza".
El cierre de su discurso no fue menos llamativo. En tono mesiánico, Samaniego arengó:
"El futuro confía en nosotros. Debemos defender todo lo que hemos hecho y el derecho a seguir construyendo, pero no un futuro cualquiera: un futuro para todos, como siempre lo hemos hecho". Hace más de 40 años que gobiernan.
Un modelo que confunde Estado con partido
Lo ocurrido este viernes no es un hecho aislado. En Formosa, los actos institucionales financiados por el Estado suelen estar colonizados por la liturgia electoral oficialista. La línea que separa el uso de recursos públicos del proselitismo partidario es, en el mejor de los casos, difusa. En el peor, deliberadamente ignorada.
La intervención de Samaniego vuelve a poner en discusión el uso de la maquinaria estatal con fines electorales, el vaciamiento de los espacios legislativos (de los que es parte), y la utilización de símbolos históricos para justificar una estructura de poder que lleva más de tres décadas sin alternancia.