"Hay que cazar un bicho grande": el grito de las comunidades indígenas en tiempos de reforma constitucional
Cipriana Palomo, referente indígena y candidata a Convencional Constituyente por el espacio Nuevo País que lidera Gabriela Neme, denuncia el abandono y la manipulación electoral que sufren los pueblos originarios en Formosa. En un llamado profundo a la conciencia colectiva, advirtió que las elecciones del 29 de junio "no son una más" y que está en juego la dignidad, la historia y los derechos conquistados por sus ancestros.

En un contexto marcado por la desigualdad estructural, el clientelismo político y la exclusión histórica, las voces de las comunidades indígenas en Formosa vuelven a alzarse con fuerza en la previa de las elecciones constituyentes del 29 de junio. Una de esas voces es la de Cipriana Palomo, candidata a Convencional por el espacio Nuevo País, quien lanzó un enérgico reclamo en defensa de los derechos de los pueblos originarios.
"Muchas veces, teniendo el arma del voto, no sabemos qué podemos hacer. Estamos como sin saber que en esta elección hay que prepararse, porque hay que cazar un bicho grande", declaró en clara alusión al aparato político de Gildo Insfrán, al que responsabiliza por décadas de vulneración institucional hacia los sectores más postergados.
Palomo recordó con respeto y admiración la lucha de los ancianos que lograron que el artículo 79 de la Constitución provincial reconozca la personería jurídica de los pueblos originarios. Sin embargo, cuestionó con firmeza que hoy ese mismo derecho está siendo desnaturalizado por el programa RECAP, que según denunció "no tiene pies ni cabeza" y es utilizado por punteros políticos para decidir arbitrariamente quién accede o no a beneficios o representación.
"Si sos compañero, te dan participación. Si no lo sos, te excluyen", resumió Palomo, visibilizando lo que para ella es un mecanismo sistemático de manipulación estatal. Y agregó: "Esto es lo que no debe volver a pasar. La gente tiene que saber que esta elección no es cualquier elección. Es ahora o nunca: o ponemos nuestros derechos en pie o perdemos todo lo que conseguimos".
La candidata no esquivó el relato crudo sobre prácticas indignas: ancianas "manoseadas" en sedes políticas, ciudadanos obligados a entregar sus boletas, y mujeres indígenas que pese a todo emergen como liderazgos comunitarios. "Hoy, las mujeres lideran las comunidades. A una reunión van 40 mujeres y 10 hombres. Las mujeres están empoderadas, pero el sistema sigue manoseando el voto indígena", señaló.
Cipriana también se refirió a hechos recientes como lo ocurrido en Campo del Cielo, donde la resistencia de una comunidad generó eco en todo el pueblo pilagá y más allá. "Eso fue un despertar. Nos dimos cuenta de que si no gritamos, nadie nos escucha. Todo lo que tenemos: salud, luz, educación, lo conseguimos en la calle".
Finalmente, afirmó: "Estoy como candidata porque creo que debemos ser la voz de los que no pueden hablar. No por protagonismo, sino por conciencia. Este es el momento de recuperar nuestra dignidad".