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Desesperación electoral en Las Lomitas: candidatos de Insfrán amenazan a un enfermero con 30 años de servicio

A medida que se acercan las elecciones del 29 de junio, el nerviosismo comienza a hacerse evidente en las filas del gildismo, sobre todo en aquellos distritos donde los candidatos oficialistas enfrentan un fuerte rechazo social. Tal es el caso de Las Lomitas, donde esta semana se viralizó un video que exhibe un nuevo acto de apriete político, esta vez contra un trabajador de la salud con más de tres décadas de servicio.

🟥 "Insfrán exporta su política del apriete: ahora amenazan a trabajadores de la salud en comunidades originarias."

El hecho ocurrió en la comunidad originaria Tres Pozos, y tiene como protagonistas al dirigente oficialista "Pocho" Baigorri y al candidato gildista Jorge Meza, quienes fueron grabados mientras increpaban y maltrataban al enfermero Alejandro Ramírez, reconocido referente sanitario de la zona con más de 30 años de servicio a la comunidad. ¿El "delito" de Ramírez? No plegarse a la estructura electoral del justicialismo provincial.

Las imágenes, difundidas por redes sociales, muestran el tono intimidatorio y autoritario con el que Baigorri y Meza intentan doblegar la voluntad del trabajador, apelando a amenazas y presión directa. Un comportamiento que se ha vuelto moneda corriente en la zona, y que refleja la ausencia de respaldo popular que enfrenta el oficialismo en territorios donde las comunidades originarias exigen respeto y autonomía.

🟥 "Treinta años cuidando a su comunidad. Cinco minutos bastaron para que el gildismo lo amenace."

Este lamentable episodio se suma a una larga lista de situaciones de abuso institucional y persecución política que se vienen denunciando en la región. Desde amenazas laborales, hasta violencia directa como la que sufrió recientemente una comunidad entera a manos de efectivos policiales enviados a sofocar reclamos legítimos. La mecánica se repite: apriete, miedo y castigo para quien no se alinee con la boleta oficial.

Las reacciones no tardaron en llegar. Vecinos y referentes comunitarios expresaron su repudio, señalando que estos actos no solo son un atropello a los derechos individuales, sino una muestra clara de que el modelo político del gobernador Gildo Insfrán recurre cada vez más al autoritarismo para sostenerse en el poder.

En un contexto donde los trabajadores estatales y las comunidades originarias empiezan a perder el miedo y reclamar dignidad, el gildismo responde con lo único que le queda: la amenaza y el abuso de poder. Pero ya no hay margen para la impunidad silenciosa. Las cámaras están encendidas, las redes lo exponen, y la ciudadanía observa.