🔵 Sincericidio en cadena: Insfrán reconoció "estoy seguro que hicimos miles de cosas muy malas", pero pidió el voto igual
En un nuevo acto institucional convertido sin disimulo en acto de campaña, el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, protagonizó un sincericidio político que dejó atónitos hasta a sus más fieles seguidores. Financiado con recursos públicos y transmitido por la cadena oficial, el evento fue el escenario donde el mandatario no solo reconoció los graves errores de su gestión, sino que, en un giro tan cínico como habitual, pidió el voto "con toda confianza" para la boleta azul completa del Gildismo.
"Estoy seguro que hicimos miles de cosas muy malas, que la gente no nos perdonó, por eso nos castigaron votando de esta manera (Milei presidente)", lanzó Insfrán sin sonrojarse, en lo que fue la confesión más directa de su largo ciclo de poder.
Lejos de asumir las consecuencias políticas del rechazo ciudadano, el gobernador calificó como "una barbaridad" el voto de descontento que lo desplazó del centro de la escena nacional. Acto seguido, llamó a los formoseños a votar de nuevo por el oficialismo, apelando a la "confianza" en el modelo que —según él— "irá solucionando de a poco esta desgracia".
🔹 Promesas recicladas y culpas ajenas
En otro pasaje de su discurso, Insfrán intentó desplazar la responsabilidad hacia la gestión nacional de Javier Milei, señalando la falta de empleo como una "crueldad" social:
"Como decía el General Perón, antes había una sola clase de hombres: los que trabajaban. Ahora hay dos: los que trabajan y los que no pueden trabajar, no porque no quieran, sino porque no consiguen trabajo. Es una crueldad", afirmó.
Pero el gobernador evitó —una vez más— mencionar que la ausencia de oportunidades laborales genuinas, la falta de inversión, la destrucción del aparato productivo y la imposibilidad de radicar empresas en Formosa no son una novedad reciente ni atribuibles al gobierno nacional actual.
🔹 ¿Herencia recibida? ¿De quién?
Gildo Insfrán fue vicegobernador durante 8 años y gobernador desde 1995. Lleva casi 30 años consecutivos al frente del Poder Ejecutivo provincial y es referente del Partido Justicialista que gobierna la provincia desde la restauración democrática de 1983. ¿De quién hereda entonces los problemas? ¿A quién pretende responsabilizar?
El sincericidio, lejos de representar un gesto de autocrítica, terminó siendo una estrategia calculada para reforzar el voto cautivo con recursos estatales y retórica peronista. Pero el dato más alarmante no fue la confesión en sí, sino la desvergüenza con la que pidió que, pese a todo, los formoseños vuelvan a votar por quienes —según él mismo— hicieron "miles de cosas muy malas".