El Colorado, víctima de la corrupción, el clientelismo y el nepotismo: "Te rompen la pierna y después te dan la muleta"
El concejal Emanuel Zieseniss denunció públicamente el sistema clientelar que el oficialismo local reproduce al pie de la letra del manual gildista: generar necesidad para luego repartir bolsones, vales y favores con recursos públicos a cambio de votos. A días de una elección histórica, el desafío es romper la cadena de sometimiento con un voto libre y consciente.

Mientras la propaganda del "modelo formoseño" inunda medios oficiales con promesas de justicia social y bienestar, la realidad del interior provincial vuelve a exponer las grietas de un sistema profundamente arraigado en la pobreza planificada y la dependencia. En El Colorado, el concejal Emanuel Zieseniss no dudó en describir con crudeza cómo funciona este mecanismo perverso que perpetúa al poder:
"Te rompen la pierna primero y después te dan la muleta a cambio de un favor."
El dirigente opositor reveló que en las últimas semanas se intensificó la entrega de vales de combustible, mercadería y otros "favores", desde el propio Concejo Deliberante, como parte de una estrategia electoral. "Tenemos imágenes de colas diarias de vecinos esperando por esa ayuda; también nos llegó un cheque por 14.800.000 pesos destinado a la compra de aceite para los bolsones de mercadería. Esa cifra astronómica está firmada por personal de la municipalidad. No es ayuda desinteresada, es extorsión con dinero público", explicó Zieseniss.
El modus operandi es claro: generar primero la necesidad, precarizar las condiciones de vida, desincentivar la inversión y bloquear la generación de empleo genuino. Luego, en campaña, aparece la "solidaridad" del Estado municipal como salvación momentánea. Pero no es más que un anzuelo.
"Se trata de dinero de la gente, no de la billetera del intendente. Por eso hay que agarrar lo que repartan, porque es plata pública, pero votar en contra. Votar con dignidad", subrayó.
El modelo del Brigolismo en El Colorado no es una excepción. Es la regla impuesta desde hace casi 30 años por Gildo Insfrán, replicada como un virus en cada rincón de la provincia. "Han hecho un daño enorme no solo económico, sino cultural. Han naturalizado que el voto vale un bolsón. Ese es el daño más profundo", advirtió el concejal.
A pocos días de las elecciones del 29 de junio, se juega algo más que una reforma constitucional: se juega el sentido del voto, la libertad y el futuro. Porque detrás de cada bolsita hay una historia de necesidad, pero también una oportunidad de rebelión pacífica en el cuarto oscuro.
Es tiempo de votar con coraje, con memoria y con la mirada puesta en lo que queremos dejarles a nuestros hijos: una Formosa donde la dignidad no sea un lujo, y el pan no venga atado a una boleta azul.