"Esto ya es una burla": la cruda denuncia de un productor de Siete Palmas contra las promesas incumplidas del Modelo Formoseño
Miguel Riquelme, productor rural de Siete Palmas, expresó en Radio Parque su profunda decepción por las reiteradas promesas incumplidas del gobernador Gildo Insfrán sobre el asfalto de la ruta de acceso a la localidad. Denunció el aislamiento del pueblo, la falta de infraestructura y el miedo de la comunidad a manifestarse ante la postergación sistemática.

Miguel Riquelme, productor de la localidad formoseña de Siete Palmas, rompió el silencio con una dura crítica al "Modelo Formoseño", visiblemente afectado por el abandono histórico que sufre su comunidad. En declaraciones a Radio Parque, expresó con firmeza su hartazgo por las promesas vacías de Gildo Insfrán, quien —según denunció— ha anunciado ya tres veces el asfaltado de la ruta 8, sin que hasta ahora haya una sola calle pavimentada en el pueblo.
"Estamos muy dolidos. Somos argentinos y, principalmente, siete palmeños", comenzó diciendo Riquelme, para luego relatar el nivel de aislamiento que padecen cada vez que llueve: "El que tiene un tractor o un caballo puede moverse, los demás quedan atrapados. Y ahora también escasea el combustible, porque la estación de servicio más cercana está muy lejos."
La crítica más contundente se dirigió al uso político de las obras que nunca llegan: "En cada acto, el gobernador se llena la boca diciendo que vamos a tener asfalto. Yo me hago cargo de lo que digo: esto es una burla para nosotros." Según explicó, no se trata de un enojo individual, sino del reflejo de un pueblo abandonado, con servicios mínimos y sin garantías básicas de conectividad ni movilidad.
Riquelme también denunció las condiciones que impiden que los jóvenes puedan estudiar: "A 9 km de acá, en Laguna Blanca, se inauguró una extensión de la facultad, pero muchos chicos de Siete Palmas no pueden asistir porque no tienen cómo llegar. Todo depende de la buena voluntad de la municipalidad o del gobierno."
El productor puso además el foco en la falta de representación real de la comunidad: "Acá los cuatro concejales hacen lo que dice el intendente, y el intendente hace lo que le ordenan desde arriba. Pero si no se pone al frente de los reclamos del pueblo, ¿a quién vamos a seguir?"
Riquelme recordó que la obra del acceso asfaltado ya está licitada, incluso con plazos vencidos de entrega y carteles instalados que hoy, irónicamente, están semienterrados en el barro: "Eso nos da más bronca y tristeza. Ver esos carteles con la fecha de inicio y finalización que nunca se cumplió. Siete Palmas sigue siendo el único pueblo de la provincia sin acceso asfaltado. Y eso duele."
Finalmente, dejó una reflexión cargada de impotencia: "La gente está con miedo. No sé qué le pasa a mi pueblo. A mí me llegan quejas, lágrimas. Les digo que hay que manifestarse, pero siempre hay un ‘pero’. Y ese ‘pero’ es muy peligroso."
Mientras en campaña electoral se multiplican las promesas y los actos oficiales, la realidad de pueblos como Siete Palmas desenmascara el relato oficial: promesas de progreso que terminan empantanadas en el barro de la desidia.