Guillermo Federico Evans: "Formosa es la República sin República y la Constitución que se viene podría eternizar aún más a Insfrán"
El recientemente electo Convencional Constituyente por la oposición, Guillermo Federico Evans, lanzó duras críticas al régimen de Gildo Insfrán tras las escandalosas elecciones provinciales celebradas el domingo pasado, y advirtió sobre los peligros que se ciernen sobre el futuro institucional de la provincia con la reforma constitucional en marcha.

Evans calificó el proceso electoral como "una vergüenza" y aseguró que el escándalo que lo rodea servirá, al menos, para dejar en evidencia que la Ley de Lemas no es un sistema democrático de representación, sino un mecanismo ideado en 1987 para resolver internas del PJ, y que hoy funciona como una herramienta para manipular la voluntad del votante.
"Es un sistema de voto redirigido que desvirtúa completamente la intención popular. Si yo voto a ‘A’ y ese voto va a parar a ‘B’, están jugando con mi voluntad", explicó.
Además, cuestionó con dureza al Tribunal Electoral Permanente, al que calificó como "un órgano trucho", por estar integrado por ex legisladores y funcionarios afines al oficialismo, sin la legitimidad constitucional de un órgano judicial independiente.
"¿Tiene sentido tener un tribunal permanente cuando las elecciones son cada dos años? Está claro que ese tribunal está solo para adaptar las reglas según le convenga al poder", sentenció.
El convencional advirtió también sobre los riesgos que implica convocar a una Convención Constituyente sin que el pueblo sepa realmente qué se pretende reformar. Para Evans, esto no es solo antidemocrático, sino peligroso:
"Vamos a una Convención sin saber qué quieren modificar. ¿Qué garantías tenemos de que no están escribiendo la Constitución de la República Bolivariana de Formosa? Es preocupante."
Evans respaldó los dichos del senador Francisco Paoltroni y el pedido de intervención federal, y criticó las maniobras del Tribunal Electoral para dejar fuera a la diputada Gabriela Neme, que se encuentra peleando voto a voto por una banca en la Legislatura.
"Le están torciendo el brazo a la democracia solo para impedir que Neme acceda a la banca. Lo vergonzoso es que lo hacen para que le falten exactamente 42 votos. La cancha está inclinada, y se ve desde todos lados. Hoy los diarios nacionales hablan de Formosa todos los días, y no por buenas noticias".
También recordó que, en febrero, junto a otros referentes, presentó un pedido de juicio político contra el gobernador Insfrán, que fue cajoneado en la Legislatura. Para Evans, esa vía institucional hubiera sido más sana que la eventual intervención, pero el régimen optó por forzar las cosas.
Evans también cuestionó que la reforma constitucional podría esconder una nueva cláusula transitoria para eternizar aún más a Gildo Insfrán en el poder, como ya ocurrió con la reelección indefinida:
"Si redactan un nuevo artículo para habilitarlo una vez más, como ya hicieron antes, vamos a tener que volver a golpear las puertas de la Corte Suprema. Porque acá ya no se puede corregir nada por medios provinciales. Es un modelo que no permite alternancia."
El convencional advirtió que la industria electoral en Formosa es la única que funciona a la perfección, mientras la actividad privada sigue devastada, empobrecida y desplazada por un aparato estatal que todo lo controla:
"En cinco años plancharon toda la actividad privada. Hoy el único proyecto económico real es el del poder y sus funcionarios."
Por último, Evans alertó sobre el posible formato de la Convención y la intención del oficialismo de imponer la reforma "a libro cerrado":
"Si la reforma se aprueba sin debate artículo por artículo, es porque quieren esconder el verdadero proyecto de provincia que imagina Gildo Insfrán. Nosotros vamos a pelear para que todo se discuta y se conozca. Para que el periodismo nacional y el país entero vean lo que pasa en Formosa."
Con una mirada crítica, pero sin perder el foco en lo institucional, Guillermo Evans se suma a la lista de dirigentes que denuncian un régimen electoral amañado, una justicia electoral cómplice y una reforma constitucional que, lejos de modernizar la provincia, busca blindar un poder absoluto que ya lleva más de 28 años en el gobierno.