Para ver esta nota en internet ingrese a: https://www.prensalibreformosa.com/a/38689
Disputa por una banca:

El controvertido "piso electoral": la trampa silenciosa que manipula la voluntad popular en Formosa

Es una figura no contemplada por la ley ni por el sistema D’Hondt, pero que el Tribunal Electoral Permanente aplica discrecionalmente en Formosa por una simple Resolución Nº 82/89. Ha dejado fuera de la Legislatura a decenas de dirigentes, pese a tener los votos. Cómo funciona y a quién beneficia.

En Formosa, donde rige la ampliamente cuestionada Ley de Lemas, existe un mecanismo adicional —no contemplado en la ley ni en la Constitución— que ha generado polémicas, enfrentamientos y un listado de víctimas políticas en todos los espacios: se trata del llamado "piso electoral".

Pese a no estar previsto en el diseño original del sistema de representación proporcional, ni tener respaldo explícito en normativa alguna, el Tribunal Electoral Permanente (TEP) de la provincia lo aplica desde hace décadas con discrecionalidad y fines políticos, según coinciden dirigentes opositores y oficialistas que han sido afectados por su implementación. Y lo hace, por una simple Resolución Nº 82/89, adoptada por ellos mismos, como interpretativa para la aplicación del artículo sexto de la Ley 653/87, modificado por la Ley 825/78 de Lemas.

 ¿Qué es el piso electoral?

El piso es una cifra mínima de votos que una lista dentro de un lema (sublema) debe alcanzar para participar del reparto de bancas, incluso si su lema resultó ganador.

Es decir, aunque una fuerza política haya logrado suficientes votos totales como para adjudicarse escaños, solo aquellas listas internas que superen ese piso acceden a una banca. Las listas que no alcanzan el umbral, quedan afuera automáticamente, sin importar cuántos votos hayan obtenido.

 ¿Cómo se calcula?

El cálculo es simple, aunque su aplicación es jurídicamente controvertida:

Se toma el total de votos válidos obtenidos por el lema.

Se divide esa cifra por la cantidad de bancas que le corresponde al lema según el sistema D’Hondt.
El resultado es el "piso": la cantidad mínima de votos que cada lista debe superar para poder entrar en la distribución.
 

¿Por qué es polémico?

Porque no está previsto por ninguna ley ni reglamento electoral. Se trata de una decisión arbitraria del Tribunal Electoral Permanente, que puede aplicarlo o no según le convenga al oficialismo. Esto le permite al poder político de turno controlar quién entra y quién queda afuera, incluso en casos donde un candidato fue masivamente votado.

A lo largo de los años, este sistema ha sido una herramienta de manipulación del resultadoelectoral, permitiendo la exclusión de referentes políticos legítimamente electos en las urnas.

 
Víctimas de todos los colores

La lista de damnificados por esta maniobra abarca a todas las fuerzas políticas y se remonta a varias décadas. En el peronismo se recuerdan casos emblemáticos como los de Víctor Hugo Musso, Sinforiano López, Juan Carlos Díaz Roig y Lorenzo Elvio Borrini, excluidos pese a reunir la voluntad popular.

En la UCR, la lista de víctimas también es extensa: Ricardo Giménez, Juan Carlos Amarilla, Carlos Maglietti, Dante Carbajal, Juan Carlos Montiel y Reinaldo Terrile, entre otros, fueron dejados fuera de la Legislatura por este mecanismo.

Hoy, la historia podría repetirse con Carla Zaiser, tercera candidata de la lista encabezada por Agostina Villaggi —la más votada de la oposición en las elecciones del 29 de junio de 2025—, o con Gabriela Neme, la candidata que encabezaba otro sublema y que individualmente mas votos saco. Si el TEP decide aplicar el piso, la banca podría ser reasignada a Gabriela Neme, de otra lista del mismo lema, que con menos votos alcanzó el umbral mínimo que exige este sistema arbitrario.

 
¿Quién lo decide?

El Tribunal Electoral Permanente de Formosa, integrado por funcionarios sin control judicial ni designación por el Consejo de la Magistratura —como manda la Constitución Nacional—, es quien decide cuándo y cómo aplicar el piso. Es decir, una estructura electoral controlada por el poder político, con reglas cambiantes y sin transparencia.

 
Conclusión

El piso electoral es una de las tantas trampas institucionales del modelo formoseño, diseñado para burlar la voluntad popular, preservar el poder del oficialismo y dividir a la oposición. Su uso reiterado y discrecional socava la legitimidad del sistema democrático, y mientras no se reforme el régimen electoral provincial, la representación en Formosa seguirá siendo una ficción controlada desde las alturas del poder.