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Jueves 18 de Septiembre, 2025
 
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Video institucional o propaganda oficialista: el culto a la personalidad del ministro Jorge González se filtra hasta en la Policía de Formosa

El ministro de Gobierno, Justicia, Seguridad y Trabajo de Formosa, Jorge Abel González, volvió a quedar en el centro de la polémica tras la difusión de un video institucional de la Policía de la Provincia, en el que aparece saludando por el 95° aniversario de Ingeniero Juárez con una puesta en escena que rozó el absurdo propagandístico: imágenes cuidadosamente editadas, voz impostada y un mensaje con fuerte contenido político, más propio de un acto de campaña que de una comunicación institucional.

El material, que circuló por redes oficiales y medios alineados al gobierno provincial, exalta de forma obscena la figura personal del ministro, en un contexto donde el mismo González enfrenta gravísimas denuncias por acoso sexual y abuso de poder, presentadas por la ex directora de Asuntos Registrales de su propia cartera, Silvia Tarantini, y reforzadas públicamente por la diputada provincial Gabriela Neme.

Cabe recordar que el 9 de julio pasado, el ministro usó un acto patrio para insinuar —de forma vulgar y misógina— que Neme debía "explicar con quién se había acostado" para llegar a ser candidata. La respuesta no se hizo esperar: Neme lo desafió a intercambiar listas, ofreciéndose a entregarle en mano los nombres de las mujeres (y "no mujeres") que lo acusan de haberlas abusado, si él insistía con su relato.

Pero el derrotero de abuso institucional de González no se detuvo allí. La semana pasada, el funcionario —con poder absoluto en varias áreas clave del Estado— encabezó una actividad oficial desde la que lanzó ataques políticos contra el senador Francisco Paoltroni y el intendente Atilio Basualdo, dos de las principales figuras opositoras al régimen de Gildo Insfrán.Lo preocupante no es solo que utilice actos oficiales para atacar a quienes lo enfrentan, sino que lo haga con total impunidad, sin brindar una sola explicación sobre las múltiples denuncias de violencia de género que pesan sobre él.

La aparición del nuevo video institucional —con estética mesiánica, populista, autorreferencial y hasta clientelista— confirma lo que ya es un secreto a voces: Jorge González se ha convertido en un "superministro militante de sí mismo", un burócrata del culto a la personalidad, dueño del uniforme y la propaganda, un publicista personal con poder de policía.

Bajo su conducción, las instituciones públicas no sólo fueron vaciadas de contenido democrático, sino que se han convertido en herramientas al servicio del autobombo personal y la construcción de un liderazgo vertical, sin controles ni contrapesos, típico de un sistema donde la concentración de poder se impone a cualquier forma de institucionalidad.

Mientras tanto, las denuncias por abuso sexual siguen sin respuestas, las víctimas sin justicia, y la Policía —que debería estar al servicio de la ciudadanía— se ve arrastrada a un guion propagandístico vergonzoso, escrito por un funcionario que confunde Estado con partido, y ministerio con escenario personal.