Mayans acusa a Milei de antirrepublicano desde la trinchera del feudalismo formoseño
El senador kirchnerista José Mayans, con 24 años en el poder y referente del régimen de Gildo Insfrán en Formosa, volvió a sugerir la destitución de Milei. Habla de "gobierno de facto" mientras calla frente a 36 años de autoritarismo real en su propia provincia.

En una muestra más de cinismo político sin límites, el senador José Mayans —jefe del bloque kirchnerista, vicepresidente del Partido Justicialista y mano derecha del gobernador Gildo Insfrán en el Senado— volvió a cargar contra el presidente Javier Milei, acusándolo de liderar un "gobierno unitario" y "muy parecido a un gobierno de facto".
"Es un gobierno antirrepublicano, no aplica la Constitución nacional, no cree en la división de poderes", afirmó Mayans en declaraciones públicas, y redobló la apuesta destituyente que ya había lanzado días atrás en televisión nacional, cuando en el programa de Chiche Gelblung admitió sin pudor: "¿Y vos qué pensás? Obvio que hay que sacarlo".
Lo llamativo —aunque ya no sorprendente— es el nivel de hipocresía del dirigente formoseño. Acusa a Milei de no respetar el federalismo, cuando proviene de una provincia donde el federalismo es una quimera: Insfrán concentra el 90% de los recursos coparticipables y somete a intendentes y legisladores a una obediencia ciega, so pena de perder toda ayuda estatal.
Mayans habla de división de poderes desde una Formosa en la que el Poder Judicial responde abiertamente al Ejecutivo, en la que no existen organismos de control independientes, y donde se han eliminado en los hechos la alternancia, la competencia electoral real y la libertad de prensa.
Mientras agita la bandera del juicio político a Milei, guarda un silencio conveniente sobre la reelección indefinida de Insfrán, la utilización clientelar de los recursos públicos, las causas de abuso sexual que pesan sobre ministros del gabinete formoseño y la represión sistemática a opositores e indígenas.
En su diatriba, Mayans también criticó los exabruptos verbales del Presidente, al que acusó de insultar y de "distraer con shows". Pero omitió hablar de los intendentes del PJ formoseño que deben mendigar fondos, de los hospitales sin insumos, de los docentes con salarios de miseria, y del sistema de salud provincial en colapso permanente.
Mayans insiste en que "el Presidente no confía en el sistema representativo", cuando en su provincia natal el sistema representativo ha sido vaciado por una Ley de Lemas que transforma cada elección en una estafa institucional, y donde un solo hombre lleva más de tres décadas gobernando sin control ni alternancia.
Que un dirigente como José Mayans acuse a otro de liderar un "gobierno de facto" es una paradoja intolerable. Su defensa del sistema democrático suena a burla cuando se ha convertido en uno de los pilares de un régimen que ha naturalizado el autoritarismo y la impunidad como forma de gobierno.