
Columnista
Convención Constituyente en Formosa: una irregularidad fundacional que desnuda el desprecio por formas y reglas
El 1 de Agosto marcó el inicio formal de la Convención Constituyente en la provincia de Formosa, convocada tras el histórico fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que declaró inconstitucional la reelección indefinida del gobernador. Pero lejos de comenzar con un gesto de respeto institucional, el proceso arrancó con una violación flagrante de las normas más elementales de procedimiento y legalidad.

Sin que la Convención estuviera formalmente constituida, apareció sentada en la presidencia Graciela De la Rosa, convencional oficialista, quien aún no había jurado su cargo, y en un acto de usurpación institucional, procedió a tomar juramento al resto de los convencionales. Una escena inédita, que habría causado escándalo en cualquier parlamento democrático del mundo .
🛑 ¿Qué pasó?
En una sesión que aún no tenía reglamento aprobado, ni autoridades legítimas, el convencional Adrián Muracciole pidió la palabra —sin que nadie pudiera concedérsela legalmente— y propuso a viva voz que se designe a De la Rosa como presidenta provisoria, en base a un argumento inédito: el de la "mayor legitimidad democrática".
Lo insólito no termina ahí. La propuesta se justificó citando un supuesto "precedente" de la Convención de 2003 —sí, la misma que que justamente en el tema reelecciones fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema— como modelo a seguir. Acto seguido, convencionales que aún no habían jurado ni asumido formalmente sus bancas, "votaron" como si ya formaran parte de un cuerpo legalmente constituido.
Todo esto ocurrió sin quórum legal, sin juramento, sin autoridades, sin reglamento, y con el reglamento y los antecedentes internacional, nacional y parlamentario en la mano… completamente ignorado.
⚖️ ¿Por qué es irregular?
No había Convención formalmente constituida. Ningún convencional había jurado. Sin juramento, no hay autoridad institucional ni potestad para deliberar ni votar.
No existía autoridad para conceder la palabra. En cualquier sesión preparatoria, la primera autoridad provisoria surge del criterio de edad, no de mociones improvisadas.
Se ignoró la práctica parlamentaria consuetudinaria. Lo que se estila en toda convención —como en 1994 a nivel nacional— es que la sesión inicial sea presidida por los miembros de mayor y menor edad, en función de la neutralidad simbólica hasta constituir el cuerpo.
Se invocó un criterio inexistente: "¿mayor legitimidad democrática?". Un concepto vacío de respaldo normativo, que habilita arbitrariedades y reemplaza reglas claras por voluntades políticas.
Se vulneró el principio de equidad institucional. El oficialismo, que tiene mayoría absoluta, apresuró una maniobra para instalar autoridades afines antes de que el cuerpo estuviera habilitado, clausurando cualquier posibilidad de orden neutral.
✅ ¿Qué hubiera correspondido?
La forma correcta —que se aplica en todo proceso institucional serio— es que la sesión sea abierta por un funcionario externo, o los de mayor y menor edad que convoque exclusivamente a cumplir el siguiente protocolo:
Tomar asistencia
Designar al convencional de mayor edad como presidente provisorio, y al de menor edad como secretario provisorio
Tomar juramento a los convencionales
Una vez constituida la Convención, votar autoridades formales
Recién ahí, habilitar mociones y propuestas
Nada de eso ocurrió.
🧨 Un vicio de origen que contamina la reforma
El arranque irregular de esta Convención no es un error menor ni un tecnicismo de salón. Es un vicio de origen, una señal clara de cómo se intentará manejar este proceso: sin reglas, sin neutralidad, sin institucionalidad.
La reforma constitucional debe ser un acto supremo de legalidad, no un artilugio de conveniencia partidaria. Cuando las formas se atropellan, el fondo pierde legitimidad. Y si el punto de partida ya está viciado , lo que venga después corre el riesgo de ser impugnado por las mismas razones que motivaron el fallo histórico de la Corte.
Formosa merecía una Convención Constituyente que respetara la ley desde el primer minuto. Lo que tuvo fue una parodia.
