Escándalo en la Convención Constituyente: La Libertad Avanza se retira en medio de la censura y el descontrol
En un nuevo capítulo de la crisis institucional que atraviesa la Convención Constituyente de Formosa, el bloque de La Libertad Avanza (LLA), encabezado por Francisco Paoltroni, Atilio Basualdo y Gabriela Neme, anunció su retiro definitivo del cuerpo en plena sesión, en medio de un clima de insultos, abucheos, interrupciones, discriminación y censura.

La decisión fue adoptada luego de que la oposición fuera amordazada una y otra vez, luego de que los censuraran sistemáticamente a fuerza de latigazos de un reglamento despótico y patoteadas injuriantes de convencionales oficialistas, actitudes intolerables en un recinto que debería ser la catedral del respeto, la convivencia democrática, la libertad de expresión y la construcción republicana. Según denunciaron, no existían las mínimas condiciones para que la oposición pueda expresarse libremente, debatir de manera democrática y, mucho menos, discutir una reforma constitucional legítima.
Censura sistemática y reglamento a medida
Los convencionales libertarios acusaron a la presidenta de la Convención, Graciela De la Rosa, de ejercer una conducción "arbitraria, despótica y funcional al oficialismo", aplicando un reglamento "fascista" diseñado durante 36 años en la Legislatura para silenciar a la oposición.
Según relataron, se les impedía fundamentar proyectos, eran filmados desde atrás, con bajo audio e interferencias, y se les cortaba el micrófono de forma sistemática.
"La presidencia de la Convención, impuesta de forma ilegítima —propuesta por un convencional que aún no había asumido y votada por otros que tampoco habían jurado—, opera como una herramienta del oficialismo para garantizar que la reforma avance sin control, sin disidencias y sin voz opositora", advirtieron.
Un doble estándar que favorece al oficialismo
Mientras tanto, los convencionales oficialistas podían hablar cuantas veces quisieran, por el tiempo que quisieran y sobre cualquier tema, siempre para hacer propaganda partidaria, descalificar a la oposición y exaltar la figura del gobernador Gildo Insfrán.
A diferencia de la oposición, nunca eran interrumpidos ni llamados al orden, su imagen se transmitía siempre en primer plano y con un audio impecable.
"Esto no es un debate democrático, es una puesta en escena autoritaria. El partido de gobierno maneja la Convención como un órgano de obediencia ciega a Gildo Insfrán, donde las reglas solo sirven para censurar a la oposición", cuestionaron desde LLA antes de abandonar el recinto.
Con este retiro, más de 100 mil formoseños que votaron para tener una voz opositora quedan sin representación en la farsa del debate constitucional, un proceso que —según denuncian— carece absolutamente de garantías democráticas y solo funciona para blindar el autoritarismo, los abusos y la impunidad del poder.