Grave maniobra antidemocrática en la Convención: el oficialismo se niega a aceptar las renuncias y abre la puerta a sanciones políticas contra la oposición
En un acto que desnuda el despotismo y la manipulación del poder en Formosa, la bancada justicialista bloqueó por mayoría calificada les negó la aceptación de las renuncias presentadas por convencionales opositores que abandonaron el recinto en repudio a la censura, la discriminación y los agravios. La maniobra despierta sospechas de un plan para inhabilitarlos políticamente e incluso arrebatar la intendencia de Las Lomitas.

En una nueva demostración de autoritarismo, la mayoría absoluta del bloque oficialista en la Convención Constituyente de Formosa decidió no aceptar las renuncias presentadas por los convencionales opositores que, en medio de un escándalo cargado de insultos y agresiones verbales del oficialismo, habían abandonado sus bancas en señal de repudio a la censura sistemática, la discriminación y la imposibilidad de expresar libremente sus posiciones políticas.
Estos representantes —electos por más de cien mil formoseños— justificaron su dimisión como un acto de dignidad frente a un cuerpo legislativo manipulado para acallar las voces disidentes y blindar las decisiones del "Modelo Formoseño" sin debate real.
Sin embargo, el justicialismo utilizó su control de los dos tercios de la convención para forzar que las renuncias no sean aceptadas, habilitando la participación de los opositores en la comisión N° 1 el lunes y en el plenario, donde deberían leer y fundamentar sus dimisiones.
La decisión no es inocente. La jugada oficialista busca ría, abrir la puerta a sanciones políticas como la destitución del intendente de Las Lomitas, Atilio Basualdo, o la inhabilitación de los renunciantes para ocupar cargos públicos, siguiendo el mismo patrón que ya aplicaron contra figuras como el exintendente radical Gabriel Hernández, a quien en un trámite judicial exprés le prohibieron de por vida acceder a un cargo, tras haber derrotado a Gildo Insfrán en la capital.
El antecedente más cercano es el caso de "Beto" Aranda, a quien se le arrebató arbitrariamente la banca de diputado. Hoy, la preocupación es que se intente el mismo mecanismo contra Basualdo, Francisco Paoltroni, Gabriela Neme, Bily Evans y otros opositores que decidieron poner fin a su participación en una convención viciada de nulidad y abuso de poder.
El oficialismo juega con fuego: al negarse a aceptar las renuncias, los vuelve a poner en el centro de la escena, dándoles voz y visibilidad en la comisión Nº 1 y en el plenario, lo que podría convertirse en un escenario de alto costo político para el propio Gildo Insfrán."
Cada transmisión en vivo, cada conferencia de prensa y cada palabra que fundamenten los renunciantes, será un golpe directo a la narrativa del poder y un recordatorio de la arbitrariedad con la que se maneja la Convención.
¿Por qué se exponen a tanto? ¿Qué buscan realmente? ¿Qué traen bajo el poncho con las sanciones que preparan?
El temor es claro: ¿quieren inhabilitar de por vida a Paoltroni, Basualdo, Neme, Evans y a todo aquel que se atreva a enfrentarlos? ¿O es un operativo encubierto para quedarse con la intendencia de Las Lomitas que no lograron conseguir en las urnas?.
La maniobra es tan burda como peligrosa: puede unificar a la oposición y hasta provocar el retiro masivo de todos los convencionales, dejando al descubierto que el proceso constituyente carece de legitimidad democrática.
Este fin de semana, los convencionales de La Libertad Avanza evaluarán las acciones a seguir y la estrategia que adoptarán el lunes ante un oficialismo que, lejos de buscar consensos, parece decidido a usar cada resquicio legal para eliminar a sus adversarios de la escena política y consolidar su control hegemónico.