El Supremo de Brasil condena a Jair Bolsonaro a 27 años de prisión por intento de golpe tras las elecciones de 2022
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue condenado este jueves a 27 años y 3 meses de prisión en régimen inicialmente cerrado, en una histórica resolución de la Primera Sala del Supremo Tribunal Federal (STF), por su participación en una trama que intentó subvertir el orden democrático tras su derrota electoral frente a Luiz Inácio Lula da Silva.
Los hechos
Por 4 votos a 1, los magistrados del STF lo hallaron culpable de cinco delitos: intento de golpe de Estado, pertenencia a una organización criminal armada, intento de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, daño calificado por violencia y amenaza grave, y deterioro de patrimonio protegido.
La acusación y los votos estiman que Bolsonaro lideró un plan para mantenerse en el poder después de perder las elecciones, articulando una campaña de descrédito de las instituciones electorales, provocando protestas, alentando acciones violentas, y concentrando actos preparatorios que culminaron con los disturbios del 8 de enero de 2023 en Brasilia, cuando partidarios irrumpieron en sedes del Ejecutivo, Legislativo y del STF.
Otros condenados
Junto con Bolsonaro, fueron condenados otros siete colaboradores cercanos, militares y ex ministros por su rol en la trama golpista. Algunas de las penas destacadas:
Walter Braga Netto – 26 años de prisión.
Anderson Torres – 24 años.
Almir Garnier – 24 años.
Augusto Heleno – 21 años.
Paulo Sérgio Nogueira – 19 años.
Alexandre Ramagem – aproximadamente 16 años.
Mauro Cid, exasesor de Bolsonaro, obtuvo pena menor debido a su colaboración con la investigación.
Implicancias y reacciones
Se trata de la primera vez en la historia de Brasil que un expresidente es condenado por estar implicado en un intento de golpe de Estado.
Bolsonaro ya estaba bajo arresto domiciliario y con medidas de vigilancia tras investigaciones previas.
La defensa ha manifestado su "profunda discordancia e indignación" con la sentencia, afirmando que las penas son "excesivas y desproporcionadas".
Aunque la sentencia fue confirmada por la Primera Sala, existe la posibilidad de recursos adicionales, tanto dentro del sistema judicial brasileño como en instancias internacionales.