El kirchnerismo volvió a fracasar en el Senado: sospechosa ausencias de Mayans y Fernández Sagasti frustraron la interpelación a Karina Milei
El bloque kirchnerista de Unión por la Patria en el Senado volvió a quedar en el centro de las críticas este miércoles, tras frustrarse nuevamente por la ausencia de Mayans el intento por aprobar en comisiones el pedido de interpelación a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, para que dé explicaciones por las denuncias de supuesta corrupción en su contra.

La escena fue llamativa: las principales miradas recayeron sobre José Mayans (Formosa) y Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), presidente y vicepresidenta del bloque, quienes se retiraron de la reunión justo antes de que se comenzaran a debatir los proyectos que reclamaban la presencia de la hermana del presidente Javier Milei en la Cámara alta.
La maniobra no solo dejó sin dictamen la interpelación a Karina Milei, vinculada en los audios del exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), Diego Spagnuolo, en presuntos pedidos de coimas, sino que también bloqueó otro proyecto clave: el pedido de citación al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, por haber anunciado que el Gobierno no cumplirá con la ley de emergencia en discapacidad.
Un pase de factura político
El faltazo de Mayans y Fernández Sagasti fue duramente cuestionado incluso dentro de la oposición no oficialista. Legisladores de la UCR y del PRO remarcaron que la inconsistencia del kirchnerismo deslegitima cualquier reclamo cuando ni siquiera sus jefes de bloque se comprometen.
Así lo expresó el radical fueguino Pablo Blanco, quien apuntó directamente a Mayans:
"Me alegro de que el jefe del bloque de Unión por la Patria se dé cuenta de que los ministros tienen que rendir cuentas", ironizó, recordándole que durante la gestión de Alberto Fernández los funcionarios solían ignorar al Senado.
La senadora del PRO, Guadalupe Tagliaferri, se sumó a las críticas pero apoyó la interpelación al ministro de Salud, Mario Lugones, por su negativa reiterada a dar informes sobre la crisis del Garrahan, la circulación de fentanilo contaminado y el dengue.
Lugones, único apuntado
Al cabo de cuatro plenarios consecutivos, el único funcionario que quedó con pedido formal de interpelación fue Mario Lugones. Se aprobaron dos dictámenes que reclaman su presencia, aunque aún no se definió la fecha de la citación.
En este punto, volvió a quedar expuesta la tensión entre el kirchnerismo y otros bloques opositores: mientras Mayans que todavía estaba en el recinto insistió en que el ministro debe dar explicaciones "para saber si tenemos un Gobierno transparente o corrupto", su propio accionar —retirándose de la comisión cuando tocaba debatir la citación a Karina Milei— terminó por diluir la fuerza política de su reclamo.
Un kirchnerismo atrapado en sus contradicciones
La jugada desnuda una contradicción que el oficialismo libertario y sectores opositores no dejaron pasar: el kirchnerismo intenta instalar la agenda de la corrupción contra el Gobierno, pero sus principales espadas parlamentarias esquivan el debate en los momentos clave.
La consecuencia fue inmediata: la interpelación a Karina Milei naufragó una vez más, dejando en evidencia un bloque dividido y sin estrategia, que parece más preocupado por evitar costos políticos, o privilegiar negociaciones inconfesables que por sostener la embestida discursiva contra el Ejecutivo.