Villarruel homenajeó a los héroes formoseños del RIM 29 con un discurso cargado de emoción y memoria, ante el silencio de Gildo Insfrán
En un acto cargado de emoción, respeto y profunda significación histórica, la vicepresidenta de la Nación Victoria Villarruel encabezó este domingo el homenaje a los héroes formoseños del Regimiento de Infantería de Monte N°29 "Coronel Ignacio J. J. Warnes", al cumplirse 50 años del ataque perpetrado por la organización Montoneros en 1975.

La ceremonia se realizó en la Plaza de Armas de la Victoria de la unidad militar, y fue presenciada por autoridades nacionales, familiares de los caídos, veteranos y vecinos de toda la provincia.
Sin embargo, un gesto llamó poderosamente la atención: el gobernador Gildo Insfrán permaneció impasible y sin aplaudir durante el discurso de la vicepresidenta, en una clara señal política frente a una jornada de homenaje nacional que reavivó la memoria de una de las páginas más dolorosas y silenciadas de la historia argentina.
"No podía estar en otro lugar que no fuera en Formosa"
Villarruel abrió su discurso dirigiéndose al "querido pueblo formoseño, familiares de los héroes y sobrevivientes del ataque montonero", recordando que hace medio siglo "fue derramada sangre inocente en defensa del país y sus instituciones".
"He estado aquí varias veces, cuando no era funcionaria pública. He estado en las humildes y dignas casas de los soldados formoseños que fueron asesinados ese día de 1975. ¿Cómo no iba a estar presente ahora, cuando puedo darles apoyo, recuerdo y homenaje a los argentinos que defendieron la patria?", expresó con visible emoción.
La vicepresidenta remarcó que la historia del 5 de octubre de 1975 "es por todos conocida, pero no por ello deja de ser una dolorosa muestra del pasado, donde el odio y el mesianismo envenenaron a generaciones de jóvenes".
"Ese domingo caluroso y quieto, el odio derramó la sangre de 13 jóvenes uniformados: un subteniente, un suboficial, un policía y diez soldados conscriptos que pasaron a la inmortalidad defendiendo su bandera, su regimiento, su casa, nuestra patria", recordó Villarruel, mientras familiares de los caídos contenían las lágrimas.
Un llamado a sanar las heridas con verdad, justicia y unidad
En otro tramo de su discurso, la vicepresidenta advirtió que "esa violencia y ese germen de enemistad siguen vivos 50 años después, impidiendo que el pueblo argentino se una".
"Ese dolor encarnado en estos hijos del pueblo asesinados por montoneros merece ser sanado con verdad, justicia y reparación. Debemos acariciar el hombro de esas madres, padres y esposas que vieron morir a sus seres queridos en nombre de una revolución que nadie les pidió a las organizaciones armadas", sostuvo.
Villarruel pidió que la memoria sea "sin resentimiento, pero con verdad", y convocó a los argentinos a reconstruir una patria unida, justa y libre de divisiones ideológicas.
"Recordemos, pero sin odio. Aprendamos del pasado. Construyamos la Argentina que nos incluya y nos cobije a todos. La patria pujante que soñamos y que nuestros héroes merecen."

El silencio político y el respeto de los presentes
El homenaje, que se desarrolló con la solemnidad que la fecha amerita, dejó una imagen que recorrió las redes y generó debate: mientras el público y los familiares de los caídos aplaudían de pie, el gobernador Insfrán permaneció inmóvil y con gesto adusto, sin acompañar el reconocimiento a los soldados formoseños asesinados.
En contraste, Villarruel se mostró conmovida y agradecida, saludando a los veteranos y familiares uno por uno, y reafirmando su compromiso de "darles a los héroes de Formosa el lugar en la historia que les corresponde".
🕊️ A 50 años de aquel 5 de octubre de 1975, Formosa volvió a ser escenario del recuerdo, la memoria y la verdad. Un acto donde el respeto a los caídos se impuso por encima de las diferencias políticas, y donde la vicepresidenta Victoria Villarruel recordó con firmeza que "sin memoria, no hay futuro para la Argentina".