Guillermina Ruiz destruyó la hipocresía y la doble moral de Graciela De la Rosa: "Contate otra, Gracielita, esta no te la cree nadie"

La periodista Guillermina Ruiz, conductora de Radio Parque, volvió a poner en evidencia la hipocresía del discurso kirchnerista formoseño y destrozó con una columna demoledora la doble moral de la candidata a diputada nacional del gildismo provincial, Graciela De la Rosa.

Un torneo femenino, que en nombre de la mujeres le ponen el nombre de un hombre. ¿No es muy facho o patriarcal?

"Un torneo femenino, que en nombre de las mujeres lleva el nombre de un hombre. ¿No es muy facho eso, Graciela? ¿O al menos profundamente patriarcal?, o cuanto menos grotesco?

Hablan de empoderamiento, de igualdad, de romper estructuras, pero a la hora de homenajear a las mujeres formoseñas, eligen como símbolo al varón que gobierna la provincia hace 36 años. Ni siquiera se animan a homenajear a una mujer formoseña, porque en el modelo de ustedes, el lugar de la mujer es el de guardiana del caudillo, no el de protagonista."

De la Rosa había salido días atrás en medios oficiales a repudiar con dureza el acto de campaña del presidente Javier Milei en el Movistar Arena, al que calificó de "una burla al pueblo", asegurando falsamente que fue "realizado con fondos públicos".

Una acusación totalmente falsa, ya que el evento fue organizado en un estadio privado, con fondos privados, sin acarreo, sin aprietes, sin choripanes y sin el aparato del Estado detrás.

Pero apenas cuatro días después, la misma Graciela De la Rosa —con total desfachatez y oportunismo— fue una de las oradoras principales del cierre del Torneo de la Amistad de fútbol femenino "Copa Gildo Insfrán", un evento montado por el gobierno provincial, financiado íntegramente con la plata de los contribuyentes formoseños, y que se transformó en un acto partidario del justicialismo para lanzar la candidatura presidencial del propio Gildo Insfrán.

"En serio, Graciela, contate otra…"

En su editorial al aire, Guillermina Ruiz fue categórica:

"En serio, Graciela De la Rosa, el acto de Javier Milei, en un estadio privado, pagado con fondos privados, sin acarreo de gente ni aprietes, fue una burla al pueblo y fue inoportuno? ¿Y cuatro días después ya era oportuno, ya estaba bien, porque ustedes cantaron más afinadamente la marcha peronista?"

Con ironía y precisión, Ruiz desarmó punto por punto el relato de la candidata gildista:

"Ya no importaba que el acto lo haya organizado el gobierno provincial, con la plata de todos los formoseños, con los recursos y herramientas del Estado. Si es para promocionar tu candidatura, adular al gobernador y lanzar la de Gildo Presidente, entonces todo está bien , ¿no? Ese es el modelo."

El "homenaje" a las mujeres… que lleva nombre de hombre

Ruiz también apuntó al absurdo detrás del supuesto homenaje femenino del torneo:

"¿De verdad Graciela, para homenajear a las mujeres formoseñas había que organizar un colosal torneo femenino que lleva el nombre de un hombre? ¿Y encima convertirlas en guardianas del modelo patriarcal de quien gobierna hace 36 años?"

Y agregó:

"Movilizaron más de dos mil adolescentes de toda la provincia, alojadas en el piso de las escuelas públicas, para hacer campaña por tu candidatura y la de Gildo Insfrán. ¿Y la ‘burla al pueblo’ era el acto del Movistar Arena?"

La doble vara del discurso gildista

La periodista de Radio Parque no dejó lugar a interpretaciones:

"Es una gran subestimación a la inteligencia ciudadana aplaudir en Formosa lo que —con mentiras— criticás en Nación. Si lo hace Milei en Buenos Aires, está mal. Si lo hacen ustedes en Formosa, con nuestra plata, está bien. ¿Ese es el modelo, Gracielita? Contate otra… esta no te la cree nadie."

Conclusión

Con su habitual estilo directo, filoso y sin concesiones, Guillermina Ruiz desnudó el doble discurso, la doble vara y la doble moral del gildismo provincial, encarnada esta vez en la figura de Graciela De la Rosa.
Una dirigente que repudia en Nación lo que celebra en Formosa , que miente sobre los actos ajenos mientras justifica los propios, y que convierte los recursos del Estado en plataforma electoral personal.

"La verdadera burla al pueblo —cerró Ruiz— no fue el acto de Milei. Fue este acto de hipocresía política, pagado con la nuestra, y disfrazado de homenaje a las mujeres. Eso sí es insultar la inteligencia de los formoseños."