Insfrán desbordado: en nombre de la "lealtad", llamó enemigo al Presidente y justificó "cualquier cosa" contra el Gobierno nacional
En un discurso cargado de odio político y sin autocrítica, el caudillo formoseño usó el Día de la Lealtad Peronista para atacar a Javier Milei, incitando a la confrontación bajo la excusa de "defender la Patria".
En el marco de la conmemoración por los 80 años del Día de la Lealtad Peronista, el presidente del Partido Justicialista Distrito Formosa, Gildo Insfrán, volvió a exhibir su costado más autoritario y revanchista. Desde un escenario partidario y rodeado de funcionarios públicos —como es habitual en sus actos—, pronunció un discurso cargado de consignas de barricada y resentimiento, en el que calificó al presidente Javier Milei como "enemigo de la Patria" y justificó "cualquier cosa" en nombre de la defensa nacional.
"Cuando la Patria está en peligro, todo está permitido menos no defenderla", repitió Insfrán, citando a San Martín, pero reinterpretando la frase como una licencia para la confrontación política. Sus palabras, lejos de convocar a la reflexión o al diálogo, sonaron a una peligrosa apología del enfrentamiento, en un contexto nacional donde el gobierno libertario intenta equilibrar las cuentas públicas y recuperar la economía tras décadas de populismo e ineficiencia.
Ataques personales y negación de la realidad
El gobernador formoseño no se limitó a recordar el legado de Perón. En un tono desbordado, acusó al presidente Milei de ser un "perrito faldero de los poderosos" y calificó como "pornográfica" la reciente reunión del mandatario argentino con Donald Trump en Estados Unidos. Con su habitual retórica conspirativa, Insfrán insinuó una supuesta "intromisión extranjera" en los asuntos internos del país, sin ofrecer prueba alguna.
El contraste fue evidente: mientras el gobierno nacional busca fortalecer las relaciones diplomáticas y atraer inversiones, Insfrán prefirió instalar una narrativa de odio y victimización que le permite reavivar la mística peronista y mantener el control político en Formosa.
Manipulación del concepto de lealtad
En otro pasaje del discurso, el caudillo norteño deslizó críticas directas hacia dirigentes disidentes dentro del propio peronismo, a quienes trató de "desleales por conveniencia", en una clara alusión al intendente de Las Lomitas y candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza, Atilio Basualdo. Con ese gesto, Insfrán dejó en evidencia su temor al avance del movimiento libertario en el interior provincial, especialmente en bastiones donde el peronismo ya muestra signos de desgaste.
"El 26 de octubre vamos a demostrar que en Formosa hay peronismo y lealtad", arengó, intentando transformar una celebración histórica en un acto de campaña desesperado para sostener su estructura política, que lleva más de tres décadas enquistada en el poder.
Un discurso del pasado para una provincia estancada
Lejos de hablar de producción, desarrollo, educación o libertad, Insfrán volvió a refugiarse en el relato de la "oligarquía enemiga" y del "imperialismo norteamericano". Un discurso viejo, repetido, que atraza y ya no conmueve a una generación de formoseños cansados del clientelismo, la pobreza estructural y la falta de oportunidades.
Mientras en el resto del país se discute cómo modernizar el Estado, en Formosa el oficialismo insiste en sostener el miedo como herramienta de control político.
El mensaje de Insfrán no fue un homenaje al 17 de Octubre: fue una advertencia velada a todo aquel que se atreva a pensar distinto.