La doble vara de Luis Basterra: ahora critica a Basualdo por lo que el Gildismo hace todos los días con recursos públicos
El exministro y actual diputado nacional Luis Basterra reapareció para atacar a Atilio Basualdo, pero terminó exponiendo la hipocresía estructural del Modelo Formoseño

En un nuevo capítulo del manual de cinismo político del Gildismo, el diputado nacional Luis Basterra criticó con dureza al candidato libertario Atilio Basualdo, por haber utilizado un polideportivo municipal de Las Lomitas para recibir al presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem, durante su reciente visita a Formosa.
Basterra calificó el hecho como "lamentable", acusando a Basualdo de "usufructuar los beneficios del Modelo Formoseño" y de "tratar de engañar al pueblo", declaraciones que causaron indignación en amplios sectores sociales por la doble moral del legislador, que pertenece a un espacio político que utiliza sistemáticamente los recursos del Estado para fines partidarios.
El Gildismo y el uso político del Estado: entre actos, escuelas y torneos partidarios
Las palabras de Basterra sonaron a provocación e hipocresía pura.
Mientras el Gildismo convierte escuelas, estadios y plazas en escenarios de actos políticos financiados con fondos públicos, ahora pretende cuestionar que un espacio opositor utilice un edificio municipal para recibir en campaña a una alta autoridad nacional.

Basta recordar que en los últimos meses, el gobierno provincial pintó escuelas con propaganda partidaria, organizó el Torneo de la Amistad "Copa Gildo Insfrán" con recursos públicos, y permitió que funcionarios y legisladores oficialistas realizaran actos políticos dentro de instituciones estatales.
Sin embargo, cuando un espacio opositor realiza un encuentro en un espacio institucional o público —sin cerrar las puertas, sin patotas y sin fondos estatales—, desde el Gildismo cuando no los atacan con patotas salen a señalar "aprovechamiento del Estado".
Un discurso que se cae a pedazos frente a la realidad.
El mensaje de Basterra: paternalismo y desprecio al votante
En diálogo con la agencia estatal AGENFOR, Basterra afirmó que los formoseños "no se dejarán engañar" porque "son esclarecidos y votarán correctamente en defensa propia".
Una frase que no solo denota soberbia, sino también un profundo desprecio hacia la libertad del elector, como si el pueblo formoseño necesitara que el oficialismo le indique cómo debe votar.
Basterra, uno de los hombres más longevos del poder gildista, incluso se permitió calificar a Basualdo como "traidor" por haberse distanciado del modelo, omitiendo que ese mismo modelo lleva más de tres décadas sin permitir alternancia política y se sostiene sobre el control clientelar y la persecución a los disidentes.
El verdadero contraste: Basualdo y Menem hablaron de libertad, el Gildismo de sometimiento
Mientras Atilio Basualdo y Martín Menem encabezaban un acto multitudinario en Las Lomitas, donde se habló de libertad, cambio y fin del autoritarismo provincial, el Gildismo respondió con lo de siempre: agresiones, chicanas y discursos de miedo.
Basterra acusó al presidente Javier Milei de impulsar un modelo "especulativo y financiero", cuando en realidad Formosa es una de las provincias más pobres, dependientes del Estado y con menor desarrollo productivo del país, justamente por el modelo que él defiende.
Conclusión: la moral invertida del poder
El mensaje de Basterra deja en claro que el Gildismo no teme a la oposición, teme a la libertad.
Critican lo que ellos mismos hacen, acusan de "traidores" a quienes piensan distinto y se presentan como guardianes de una moral que no practican.
En Formosa, donde los actos políticos se disfrazan de actos institucionales, la crítica de Basterra no solo suena vacía: suena hipócrita.
Y confirma que el verdadero temor del poder provincial no es perder un polideportivo, sino perder el control del pueblo.