📰 Ibáñez repite el libreto del miedo: "la patria está en peligro", por eso los formoseños tienen que votar nuestros diputados nacionales
El ministro de EconomĂa de Formosa, Jorge Ibáñez, volviĂł a repetir el gastado discurso del miedo que caracteriza al gildismo en cada campaña electoral. En declaraciones a medios oficialistas, el funcionario asegurĂł que la convocatoria del gobernador Gildo Insfrán a "votar en defensa propia" el prĂłximo 26 de octubre es "muy clara", porque —segĂşn dijo— "la patria está en peligro" y los formoseños deben votar "a nuestros diputados nacionales" para "ponerle un lĂmite al modelo de Milei".

Ibáñez celebró el mensaje del gobernador y criticó duramente la reunión entre el presidente Javier Milei y Donald Trump en Estados Unidos, afirmando que "si malo es el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende", citando una frase de Arturo Jauretche que el propio Insfrán utilizó recientemente.
SegĂşn el ministro, el vĂnculo entre ambos mandatarios "apunta a dañar más al paĂs que a ayudarlo" y considerĂł que el pueblo argentino "le va a decir basta a este modelo econĂłmico nacional".
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La doble moral del "modelo formoseño"
Resulta cuando menos paradĂłjico que Ibáñez, ministro de una provincia que depende en más de un 90% de los fondos nacionales, intente ahora presentarse como defensor de la soberanĂa econĂłmica.
Formosa no es precisamente ejemplo de independencia ni de productividad: la falta de industria, el empleo público como única fuente de ingreso y la pobreza estructural son las marcas más visibles del "modelo formoseño" que Ibáñez defiende con tanto fervor.
Mientras acusa a Milei de "entregar la patria", el propio gobierno formoseño vive de los recursos girados por la NaciĂłn, sin generar polĂticas que impulsen el desarrollo local ni la creaciĂłn de trabajo genuino.
La supuesta "defensa de la patria" termina siendo, una vez más, una defensa del poder y de los privilegios polĂticos que el gildismo se niega a soltar.
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El miedo como herramienta polĂtica
Sin propuestas concretas ni resultados que mostrar, el discurso del miedo vuelve a ser el refugio del oficialismo.
Ibáñez no habla de inflación, de pobreza o de la falta de oportunidades en Formosa: prefiere inventar un enemigo externo —hoy Trump, ayer Macri— para intentar cohesionar a un electorado cada vez más desencantado.
La estrategia es siempre la misma: asustar al pueblo con el supuesto "peligro" de cambiar, mientras el gobierno provincial mantiene un fĂ©rreo control polĂtico y mediático que impide el debate libre y la alternancia democrática.
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ConclusiĂłn: el peligro no viene de afuera
Ibáñez habla de "peligro para la patria", pero el verdadero peligro es seguir condenando a Formosa al atraso, la dependencia y la pobreza .
El discurso del miedo ya no alcanza para tapar lo evidente: los formoseños quieren libertad, trabajo y futuro.
Y eso no se consigue votando por miedo, sino votando por cambio.