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Jueves 30 de Octubre, 2025
 
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A un mes del secuestro y asesinato de Ramón "Agüita" Ocampo: el reclamo de justicia de sus hijos sacude a Ibarreta

A un mes del brutal crimen de Ramón "Agüita" Ocampo, sus hijos levantaron la voz con un reclamo que estremece a toda la comunidad: "Queremos la verdad. Queremos justicia".

El 24 de septiembre de 2025 fue la última vez que Ocampo, trabajador de una empresa de cable, salió de su casa para cumplir con su jornada laboral. Desde entonces, su historia se convirtió en un emblema de impunidad y dolor en el oeste formoseño.

"Fue secuestrado y asesinado"

Según relataron sus hijas, todo comenzó con una versión falsa que intentó confundir la investigación: una supuesta confrontación con un concejal. Pero lo que siguió fue mucho más grave.

Ocampo fue perseguido, su automóvil secuestrado en plena calle ante la vista de vecinos, y se escucharon disparos dirigidos a la puerta del conductor.

Al día siguiente, el 25 de septiembre, su cuerpo fue hallado a escasos metros del lugar donde se había secuestrado el vehículo. No murió por un tiroteo ni por accidente: su cuerpo y su cráneo presentaban golpes brutales.

"Nosotras lo encontramos, no la policía. Fuimos nosotras quienes salimos a buscarlo, porque nadie hacía nada", expresaron sus hijas en una carta pública llena de dolor e indignación.

"No murió en un enfrentamiento, lo mataron"

Los familiares cuestionaron duramente el accionar de las fuerzas de seguridad y las autoridades locales.
"Hablan de rastrillajes que no arrojaron resultados, pero el cuerpo estaba a metros de donde se secuestró su auto. ¿Cómo es posible?", se preguntan.
El silencio de los vecinos, que no oyeron disparos, sumado a los signos de violencia física, refuerzan la hipótesis de que Ocampo fue asesinado en otro lugar y luego arrojado allí.

Preguntas que siguen sin respuesta

A un mes del crimen, los interrogantes siguen abiertos:

¿Qué pasó entre la noche del 24 y la mañana del 25 de septiembre?
¿Por qué el cuerpo apareció tan cerca del lugar del secuestro del auto?
¿Por qué el supuesto "rastrillaje" no lo encontró antes?
¿Qué ocurrió dentro de la empresa de cable donde trabajaba?

Cada una de esas preguntas desnuda la falta de avances en la investigación y la sospecha de que alguien intenta encubrir lo ocurrido.

"No queremos venganza, queremos verdad"

Los hijos de Ramón "Agüita" Ocampo reiteraron que su pedido no es político, sino humano.

"Nuestro padre era un trabajador honesto. Queremos justicia, no discursos. No podemos permitir que la impunidad se lleve otra vida", expresaron.

En Ibarreta, su nombre se convirtió en un símbolo del hartazgo ante la violencia y la falta de respuestas.
A un mes del crimen, el reclamo resuena con fuerza en cada esquina del pueblo:

"Ramón Ocampo merece justicia. Y Formosa merece saber la verdad."