Montoya busca culpables del 3,66%, niega el fracaso y culpa a la polarización por el voto castigo
Tras conducir la peor elección en la historia del radicalismo formoseño, el presidente del Comité Provincial, Miguel Montoya, buscó justificar el fracaso echándole la culpa a la polarización, a la nacionalización y a que se plebiscito la gestión, en lugar de asumir responsabilidades. Y, aseguró que el futuro de la UCR es "Provincias Unidas", donde está referenciado Luis Naidenoff
El resultado fue lapidario: la Unión Cívica Radical de Formosa obtuvo apenas el 3,66% de los votos, su peor desempeño electoral en toda su historia. Aliada a Libres del Sur, una fuerza piquetera de izquierda con un piso del 1,4%, la conducción de Miguel Montoya y un puñado de iluminados, llevó al radicalismo provincial a un papel irrelevante dentro del tablero político, dejando atrás décadas de protagonismo y liderazgo opositor.
Pero lejos de asumir el golpe con autocrítica o humildad, Montoya eligió refugiarse en el negacionismo . En declaraciones a Radio Uno, el presidente del Comité Provincial intentó explicar el derrumbe electoral con un repertorio de excusas: que "se nacionalizó la elección", que "se plebiscitó la gestión de Milei", que "la gente no quería volver al kirchnerismo" y que, en ese contexto, "no se votaron personas ni propuestas, sino polarización".
"Nosotros quedamos en el medio", resumió, como si el problema fuera del electorado y no de una dirigencia que perdió contacto con la realidad política de la provincia.
Una derrota histórica, un discurso desentendido
El dato que Montoya evita mirar es contundente: el 88% de los afiliados radicales votó por los candidatos de La Libertad Avanza y Atilio Basualdo, y el 92% de los votantes que acompañaron al Frente Amplio Formoseño en junio migraron al espacio libertario.
La base radical, los cuadros medios y hasta referentes históricos del partido abandonaron el esquema que el actual titular y secta minoritaria que lo acompaña, impuso sin diálogo, sin consensos, ni estrategia.
Sin embargo, Montoya parece convencido de que no cometió ningún error. En su relato, la culpa no es de la conducción ni de la falta de representación. La culpa es de los formoseños, de Milei, de la polarización y del "voto plebiscitario". Una lectura tan cómoda como desconectada de la realidad.
"Hace tres meses fuimos la segunda fuerza provincial. Ahora no se votaron personas ni propuestas", afirmó, olvidando que la fuerza que él encabezaba —el Frente Amplio Formoseño— ya se desintegró, emigró y que su conducción quedó aislada políticamente.
El delirio de la autosuficiencia
Pero la soberbia no terminó allí. En un tramo de su entrevista, Montoya afirmó que "sin la UCR que él conduce no puede haber un frente que derrote a Gildo Insfrán", como si el 3,66% fuera un capital indispensable para construir una alternativa al poder provincial.
El contraste con la realidad es abrumador: mientras Atilio Basualdo y La Libertad Avanza capitalizaron el voto opositor con casi 37% de los sufragios, Montoya se limitó a administrar la peor marca de la historia partidaria.
Aun así, redobló la apuesta: expresó su deseo de que la UCR busque un anclaje provincial en "Provincias Unidas", el frente referenciado por Naidenoff y Lousteau, que tuvo un debut electoral nacional desastroso —apenas 6,95%— y solo logró ganar en Corrientes, arañando la victoria por menos de un punto.
En serio, ¿ese es el futuro del radicalismo? ¿Naidenoff y Lousteau son la brújula de una fuerza que perdió su identidad y su base electoral?
Conclusión: un liderazgo agotado y un partido al borde de la irrelevancia
La conferencia radial de Miguel Montoya fue más una radiografía de su desconexión que un análisis político. En lugar de interpretar el mensaje de las urnas, eligió negar la realidad, minimizar la desintegración de su espacio y culpar a los votantes por haber elegido a otro.
La UCR formoseña, bajo su conducción, dejó de ser la columna vertebral de la oposición para convertirse -en el mejor de los casos- en un apéndice testimonial de alianzas sin rumbo, desconectadas del sentir popular y del reclamo de cambio.
Mientras tanto, los números hablan por sí solos:
👉 3,66% de los votos.
👉 Aliado a Libres del Sur.
👉 88% de sus afiliados votando por Basualdo y La Libertad Avanza.
Todo lo demás, como dice el propio Montoya, "fue culpa de la polarización".