La voz silenciada de Formosa comenzó a ser escuchada: la Comisión de Derechos Humanos sesionó en la provincia tras años de negacionismo oficial
Gabriela Neme: "El miedo está cambiando de lado"
En un hecho sin precedentes, la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de la Nación se trasladó a la provincia de Formosa para escuchar, cara a cara, los testimonios de víctimas de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, invisibilizadas durante décadas por el régimen de Gildo Insfrán. La diputada provincial Gabriela Neme, una de las principales impulsoras de esta histórica sesión, celebró la decisión como un gesto de justicia hacia un pueblo "violentado y silenciado".
"Queremos agradecer a la Comisión de Derechos Humanos por darle lugar a la voz de nuestro pueblo, a esa voz silenciada durante años por el gobierno de la provincia", expresó Neme, visiblemente conmovida tras la jornada que reunió a vecinos, víctimas y referentes de distintos sectores sociales.
La sesión fue organizada con una convocatoria abierta y transparente. Más de 60 personas manifestaron su voluntad de testimoniar, pero por cuestiones de tiempo y organización se priorizaron 17 casos, de los cuales 15 lograron estar presentes. Sus relatos dejaron al descubierto una realidad cruda y extendida: vulneraciones en el sistema de salud, abandono educativo, abusos de poder por parte de las fuerzas de seguridad, persecución política, y un abandono sistemático a los pueblos originarios.
"Este logro no es casualidad. Es fruto del trabajo permanente que venimos haciendo ante cada violación de derechos, acompañando a nuestros vecinos, recogiendo sus testimonios y luchando para que se escuchen. Cada vez son más los que se animan a hablar. El miedo está cambiando de lado", afirmó Neme.
Las exposiciones, muchas de ellas cargadas de dolor y emoción, apuntaron directamente a la responsabilidad del gobierno provincial y su estructura clientelar. Las víctimas, entre ellas docentes, policías retirados, mujeres indígenas, profesionales de la salud y referentes barriales, pusieron nombre y rostro a las consecuencias del "modelo formoseño" que, lejos de garantizar derechos, ha consolidado la impunidad y el sometimiento.
La presencia de la Comisión marca un antes y un después. Por primera vez, un órgano nacional se hace presente para escuchar lo que el aparato institucional de Formosa sistemáticamente niega. En este marco, Neme adelantó que continuará impulsando acciones para que esos testimonios no queden en el vacío. "Este es solo el comienzo. La verdad tiene que salir a la luz y la Justicia tiene que actuar", concluyó.
