El PJ Formosa repudia la Justicia y blanquea su apoyo a la corrupción de Cristina Kirchner
El documento firmado por Gildo Insfrán, en nombre del Partido Justicialista local, califica como "atentado a la democracia" la confirmación de una condena por corrupción contra la expresidenta. Una defensa vergonzosa de lo indefendible.
La reacción del PJ local no sorprende, pero indigna
En un nuevo episodio de cinismo institucional, el Partido Justicialista de Formosa, presidido por el gobernador Gildo Insfrán, emitió un comunicado repudiando el fallo de la Corte Suprema de Justicia que confirmó la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos contra Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad. La reacción del PJ local no sorprende, pero indigna: el partido gobernante en Formosa no solo desconoce un fallo judicial firme, sino que intenta transformarlo en un hecho de persecución política, deslegitimando a los jueces de la Nación y victimizando a una dirigente condenada por corrupción.
La "soberanía popular" no puede ser escudo de impunidad para quienes se enriquecieron a costa del Estado
El comunicado, cargado de un tono épico y dramático, pretende igualar una sentencia judicial con los fusilamientos de 1956, en un burdo intento de equiparar a una exmandataria sentenciada por malversación de fondos públicos con mártires del peronismo. "Es un hecho de máxima gravedad institucional", afirman, porque —según ellos— "pone en jaque la soberanía popular". Resulta grotesco: la "soberanía popular" no puede ser escudo para la impunidad de quienes se enriquecieron a costa del Estado.
No buscan justicia: buscan encubrir
Lejos de defender la institucionalidad, el PJ Formosa demuestra su desprecio por la división de poderes al sostener que el fallo "no es un acto imparcial, sino político", y que los jueces de la Corte serían parte de una "mesa judicial de la derecha". La única verdad aquí es la sentencia firme que pesa sobre Cristina Kirchner tras un proceso judicial transparente, con múltiples instancias de revisión y con pruebas contundentes.
El documento no solo victimiza a Cristina, sino que suma a Juan Grabois a esta narrativa de persecución, al mencionar su reciente detención en un hecho vinculado a la ocupación ilegal de un edificio público. Así, el PJ formoseño pretende blindar toda ilegalidad si proviene de su espacio político.
Alineado con el kirchnerismo más rancio, el gobernador Insfrán encabeza esta defensa cerrada de la corrupción, donde el delito queda subordinado a la "militancia", y las instituciones de la República pasan a ser "instrumentos de la antipatria". Las palabras "exterminar al peronismo" o "agresión brutal" no buscan justicia: buscan encubrir.
Tan irresponsable como peligrosa
El comunicado concluye con una convocatoria a "luchar para recuperar la voluntad popular vulnerada", una frase tan irresponsable como peligrosa. En democracia, la voluntad popular se ejerce en las urnas y se respeta dentro del marco de la ley. Pero para quienes han naturalizado el autoritarismo, como el régimen de Insfrán en Formosa, la Justicia solo sirve si absuelve.
La sentencia contra Cristina no atenta contra la democracia. La fortalece. Porque demuestra que, incluso quienes detentan poder, pueden ser juzgados por sus actos. Lo verdaderamente grave e institucionalmente corrosivo es que desde el propio partido de gobierno provincial se aliente el desconocimiento de las reglas básicas de una República.
En Formosa, donde la democracia se asfixia bajo décadas de un mismo poder, no sorprende que el PJ defienda a Cristina: el clientelismo y la impunidad son el cemento del modelo.